La insuficiencia cardíaca, cuando el corazón no bombea sangre al ritmo idóneo, es vinculada a un deterioro de la actividad cerebral en un estudio publicado hoy en la revista científica "European heart journal".

Los autores de la investigación, entre ellos Osvaldo Almeida, de la universidad de Australia occidental, comprobaron que las personas con insuficiencia cardíaca tenían más problemas de memoria inmediata y remota y reaccionaban más lentamente que las sanas.

También experimentaban cambios en regiones del cerebro vinculadas a la memoria, el razonamiento y la planificación.

Según los expertos, esto explicaría en algunos casos el olvido de actividades simples, como tomar una medicación en un día u hora concretos. 

Los resultados de este estudio, aunque indicativos, no son concluyentes, debido a que la muestra era pequeña, reconocieron los especialistas.

La investigación se realizó entre 35 afectados por insuficiencia cardíaca, 56 con cardiopatía isquémica (enfermedad ocasionada por la arteriosclerosis de las arterias coronarias, que proporcionan sangre al músculo cardíaco o miocardio) y 64 personas sanas que actuaron como "control".

Todos tenían más de 45 años y no sufrían trastornos cognitivos evidentes.

Los expertos llevaron a cabo una serie de pruebas, como resonancias magnéticas, para observar el volumen de materia gris en el cerebro.

"Lo que descubrimos fue que tanto la insuficiencia cardíaca como la cardiopatía isquémica están asociadas a una pérdida de células en ciertas regiones del cerebro importantes para la modulación de las emociones y de la actividad mental", explicó Almeida, quien subrayó que ese deterioro se observó más en el primer caso.

Además, las personas con esas enfermedades, especialmente las que padecen insuficiencia cardíaca, "muestran sutiles carencias en habilidades cognitivas" en comparación con las sanas del grupo control, añadió el experto.

"Nuestro estudio -prosiguió- demuestra que las enfermedades del corazón afectan también al cerebro y que los cambios en las funciones orgánicas y en la circulación de la sangre asociados con la insuficiencia cardíaca parecen impactar en ese órgano".

Almeida reconoció, no obstante, que "hacen falta estudios más extensos" para confirmar estos hallazgos.

La insuficiencia cardíaca, que padecen unas 900.000 personas en el Reino Unido, puede derivarse de otras dolencias, como infarto o hipertensión, tiende a afectar a las personas a medida que envejecen y se da más en hombres que en mujeres.

Los síntomas incluyen dificultad respiratoria, agotamiento y debilidad e hinchazón de tobillos, piernas y pies.