A lo largo de sus 50 años de oscura historia, la banda terrorista vasca ETA (Euskadi Ta Askatasuna, o País Vasco y Libertad) ha cometido cientos de atentados y provocado la muerte de 858 personas. En su mayoría las víctimas eran civiles inocentes, políticos, empresarios y oficiales de los organismos de seguridad.

Desde la ruptura de una tregua de sólo un año, en 1999, a la agrupación se le han adjudicado 94 hechos de sangre.

Gran parte de los atentados se produjeron en el propio País Vasco, cuya independencia los separatistas defienden a ultranza. Pero Madrid, los territorios insulares y el sur de España también han sido escenario de violentos ataques terroristas.

El último ataque mortal cobró la vida de dos jóvenes guardias civiles en Mallorca, en pleno periodo estival, cuando miles de turistas se trasladan a las islas del Mediterráneo y a 18 años de un doble atentado contra las Baleares.

El primer homicidio

Aunque se le adjudican atentados cometidos a principios de la década de 1960, el primer hechos de sangre reivindicado por ETA es el asesinato de José Angel Pardines, un guardia civil ultimado de un disparo por dos terroristas en un control carretero el 7 de junio de 1968.

El primer crimen político

La muerte de Melitón Manzanas, jefe de la policía secreta de San Sebastián, es considerado el primer homicidio político orquestado por la organización independentista. Miembro del régimen franquista, fue asesinado 2 de agosto de 1968 de siete tiros, en la puerta de su casa. También fue abatido Txabi Etxebarrieta, uno de los etarras y autor material del primer homicidio de la banda.

Un atentado cinematográfico

La muerte del Presidente del gobierno español, Luis Carrero Blanco, el 20 de diciembre de 1993, tiene ribetes cinematográficos. Los terorristas arrendaron una bodega en el centro de Madrid lugar desde donde cavaron un túnel hasta el centro de la calle Claudio Coello. En ese lugar depositaron 100 kilos de un potente explosivo y lo hicieron detonar cuando el vehículo del jefe de gobierno pasaba. La magnitud de la explosión elevó el vehículo por sobre un edificio y lo hizo caer en el patio de una construcción cercana. También perdieron la vida el conductor del vehículo, José Luis Pérez Mogena, y José Antonio Bueno Fernández, inspector de la Policía.

El primer atentado masivo

El 13 de septiembre de 1974, una bomba estalló en la cafetería Rolando, en el centro de Madrid, provocando la muerte de 12 civiles, y dejando más de 80 heridos. El local se ubicaba a un costado de la Dirección General de Seguridad.

Ataques contra estaciones de tren

Dos bombas ubicadas en estaciones de trenes de de Madrid provocan la muerte de un guardia civil, un oficial de la Policía Nacional y cinco civiles.

Atentado en un centro comercial

La explosión de un coche bomba en el estacionamiento del centro comercial Hipercor de Barcelona el 19 de junio 1987, provocó la muerte de 21 personas y heridas a otras 45. La agrupación envió un comunicado posterior en el que aseguró haber alertado con anterioridad sobre el ataque.

La muerte de Blanco y el levantamiento popular

El secuestro y posterior asesinato del joven concejal del Partido Popular, Miguel Angel Blanco, generó masivas protestas pacíficas contra ETA. Blanco, de 29 años, permaneció en poder de la agrupación durante dos días. Durante ese periodo los terroristas dieron un ultimátum al gobierno para que todos los etarras detenidos fueran trasladados al País Vasco. A las 16:50 del 12 de julio, sólo cincuenta minutos después del fin del ultimátum, el concejal recibió un tiro en la nuca. Herido de muerte fue trasladado hasta un hospital cercano, donde murió algunas horas después.

Ataque en Año Nuevo

El 31 de diciembre 2008 una bomba estalla en la Sede Central de la cadena pública de radio y televisión Euskal Irrati Telebista en Bilbao, en la que además se encuentran las oficinas locales de otros medios de comunicación como Antena 3, El Mundo y Marca. El edificio resulta con graves daños, pero no se registran víctimas.

La muerte del agente antiterrorista

El uso de artefactos explosivos adosados a la parte baja de un vehículo, conocidas como bombas lapa, es uno de los modus operandi más utilizados por ETA. El 19 de junio de 2009 la agrupación asesina con ese método a Eduardo Antonio Puelles García, inspector del Cuerpo Nacional de Policía de España, dedicado a la lucha antiterrorista.