Etienne Lavige está cansado. No de los viajes ni de los problemas que se le presentan como director del Dakar, sino de conversar. Hablar en un correcto castellano no es fácil para él, pues todo pasa por el francés en su cabeza y eso lo agota. Eso sí, no se le nota. Muy expresivo, asegura que tenía un Plan B y hasta un Plan C en caso de que Chile no se subiera al Dakar 2015 y resta importancia a la cifra que paga el Estado para participar. “Se reinvierte en Chile”, asegura.

En este tiempo en que el gobierno evaluó su presencia en 2015, ¿Qué tan cerca estuvo Chile de perder el Dakar?

La complicación suplementaria que tuvimos fue el incendio de Valparaíso. Estábamos en Francia y vemos este evento terrible para el país y me pareció lógico el tener que esperar una evaluación definitiva de la situación en el país. En todo país el Dakar no es una prioridad cuando se tiene este tipo de eventos catastróficos.

Pero, ¿Chile estuvo cerca de perder el Dakar 2015?

Un Dakar sin Chile no es lo mismo. Acá tenemos un país fantástico para trazar un recorrido nuevo y una excelente relación con las instituciones del país. El impacto del Dakar en Chile es fantástico, pero el impacto de Chile en la historia del Dakar es fenomenal. Hay paisajes y tipos de terreno que nos gustan mucho. Es un poco el lugar de nacimiento del Dakar en el Continente.

¿Hubo que modificar mucho las rutas?

Pensamos en cambiarla, pero finalmente no fue necesario. En esas semanas de incertidumbre teníamos varios proyectos para poder armar un nuevo recorrido. Uno sin Chile, uno con menos de Chile, sin el paso por Tarapacá, y el que finalmente se aprobó.

¿Cómo era ese plan sin Chile, incluía a Perú?

No. con muchas etapas en Argentina y algunas más en Bolivia, pero en ese país es poco cómodo, por la altura.

¿Teme que haya manifestaciones en contra? La gente puede pensar que no se preocupan de ellos, con un terremoto cercano, y sí del Dakar. 

Me parece que la población no está en contra, que hay un apoyo natural, espontáneo para recibir el Dakar. Me parece normal que, a nivel nacional, haya un debate para saber si es o no el momento de recibir un evento como este, con un presupuesto a nivel nacional. Es un poco lo mismo con todos los eventos internacionales, mira lo que pasó en Brasil con el Mundial.

¿Cómo se van a suplir esos dos millones de dólares que Chile logró de rebaja? 

Vamos a pagar la preparación del terreno del campamento de Iquique.

Entonces ASO pondrá esa plata.

Siempre. Pagamos a empresas chilenas más de ocho millones de dólares en la última edición. Toda la plata que recibimos del gobierno queda en Chile. Y tenemos que hacer una rendición de cuenta a un organismo oficial con todos los gastos: helicópteros, comida, barcos… Todo queda en empresas chilenas, desde la primera edición. Cobrar es la forma de compartir los gastos, porque el presupuesto total es enorme. El acuerdo (en 2008) con la señora Bachelet y el señor (Francisco) Vidal fue no impactar el costo de inscripción de los competidores respecto de las ediciones en Africa.

El Dakar 2014 fue muy criticado por lo duro…

La primera semana sí, que tuvimos condiciones climáticas muy complicadas, la temperatura. Es imposible planificar eso.

...Se trató de hacer este año más suave?

No. Es imposible planificar el nivel de dificultad que vamos a encontrar con el tema de la meteorología.

Ustedes en ASO también organizan el Tour de Francia... 

Sí, fui director de la logística del Tour, pero ya no, desde 2005 estoy solamente encargado del Dakar. Sería imposible.

¿Es diferente al Dakar?

Es complicado organizarlo también. No es el mismo tipo de problemas que encontramos en el Dakar. Prefiero el Tour de France que el Dakar. En el Tour, a las cinco y media de la tarde te vas al hotel, al bar… Es broma, pero la verdad es que tiene menos estrés.

¿Es difícil lidiar con el dopaje, que es su principal problema, como en el Dakar es el riesgo?

Podemos decir que el Tour es riesgoso también. Hay acantilados… no es fácil. Tenemos una historia de drama en el Dakar, más importante que en otros eventos.

¿Se ha pensado en hacer controles de dopaje en el Dakar?

Es un esfuerzo de casi siete horas y más para los amateurs. Hay cafeína, bebidas energéticas, pero no creo que haya droga.

Lavigne siguió su camino a Perú y Ecuador, porque el interés de esos países por sumarse al Dakar “renació”, asegura Lavigne. Cansado, pero en correcto español.