Los ministros de Finanzas de la eurozona aprobaron hoy por unanimidad y sin modificaciones la ayuda de hasta 100.000 millones de euros para que España pueda sanear la banca con problemas.

El Eurogrupo ha dado su visto bueno final al memorando de entendimiento que fija los términos y las condiciones de la ayuda a España en una conferencia telefónica que ha durado apenas dos horas.

El Gobierno español firmará dicho memorando en los próximos días.

Después de la aprobación esta mañana en el Parlamento finlandés de la ayuda a España, la vía estaba libre para la autorización definitiva del préstamo por parte de la eurozona.

El visto bueno de los  dieciséis socios de España en la zona del euro permite además autorizar antes de fin de mes el primer desembolso de la ayuda, que asciende a 30.000 millones de euros, si bien éste se mantendrá en reserva en el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para casos urgentes de recapitalización.

A cambio de la ayuda europea, España tendrá que cumplir 32 condiciones, principalmente para la banca que requiera capital y el sector en su conjunto, pero también tendrá que someterse "en paralelo" a una vigilancia estrecha sobre el cumplimiento de sus compromisos macroeconómicos.

"El Eurogrupo está convencido de que las reformas vinculadas a este acuerdo financiero contribuirán a asegurar el retorno de todos los elementos del sector bancario español a la solidez y la estabilidad", señaló el comunicado emitido por los ministros tras su debate.

La nota recalca que el Eurogrupo confía en que España "cumplirá sus compromisos" de reducción del déficit público y aplicación de reformas estructurales para corregir sus desequilibrios macroeconómicos

"El progreso en estas áreas será revisado estrecha y regularmente en paralelo a la condicionalidad aplicada al sector financiero", agrega.

Una suerte de "troika" -formada por la Comisión Europea, el BCE y la Autoridad Bancaria Europea (EBA)- verificará cada trimestre el cumplimiento de las condiciones para la banca.

La banca española tendrá que llegar al 9 % de capital de máxima calidad y si las entidades resultan no ser viables se liquidarán.

Si tienen todavía futuro tendrán que abandonar actividades secundarias y vender participaciones y activos, reducir el número de oficinas o recortar personal.

La banca socorrida no podrá repartir dividendos y tendrá que limitar la remuneración de los ejecutivos y miembros de los consejos de administración, en tanto que los titulares de híbridos y de deuda subordinada -como son las preferentes- tendrán que asumir una parte de las pérdidas.

El Eurogrupo recordó que la asistencia será aportada por el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) hasta que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) esté en vigor, momento en el que será transferida a este último y sin obtener estatus de acreedor preferente.