La crisis en Chipre constituye "un riego sistémico", estimó este jueves el presidente de los ministros de Finanzas de la Eurozona (Eurogrupo) Jeroen Dijsselbloem, al insistir en la necesidad de "proteger la integridad de la zona euro".
La situación en la isla "constituye un riesgo sistémico, tal como lo demostraron los últimos días, y tenemos que obrar en favor de un programa que permita poner fin a ese riesgo", dijo Dijsselbloem ante el Parlamento Europeo.
La isla mediterránea, que constituye tan sólo un 0,2% del PIB de la zona euro, de 1,1 millones de habitantes, se ha convertido en los últimos días en la piedra en el zapato para la zona euro, ante los riesgos que provoque inestabilidad en el sistema financiero, en momentos en que se creía que lo peor de la crisis europea había quedado atrás.
Durante su alocución, el jefe del Eurogrupo insistió en encontrar una solución "más equitativa" que afecte en menor escala a los pequeños ahorristas, en comparación con los grandes ahorristas de la isla mediterránea.
"Es probable que haya una contribución directa en el próximo paquete de medidas", advirtió.
Los acreedores de Chipre (Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo) prometieron a la isla un rescate de 10.000 millones de euros, para evitarle la quiebra y refinanciar su deuda. A cambio, piden que Nicosia aporte 7.000 millones de euros, de los cuales se conseguirían 5.800 millones mediante gravámenes a los depósitos bancarios.
Según el plan inicial aprobado hace una semana, los depósitos de menos de 100.000 euros, que teóricamente estaban asegurados por el Fondo europeo de Garantías, sufrirían un impuesto único del 6,75%, mientras que los superiores a 100.000 euros, que no estaban asegurados, de un 9,9%. Dos días después las autoridades chipriotas matizaron el plan y decidieron gravar únicamente los depósitos a partir de 20.000 euros y hasta 100.000, mientras que mantuvieron igual la tasa para los depósitos de los grandes ahorristas.
Pero aún así el paquete de medidas fue rechazado por el Parlamento chipriota.
"Yo no veo demasiadas alternativas", insistió Dijsselbloem al defender la actuación de la Eurozona para salvar a ese pequeño país con un sistema bancario desproporcionadamente grande (seis veces más grande que su PIB).
El rescate sellado el sábado entre la zona euro y Chipre desencadenó una ola de pánico e indignación en el continente, aduciendo que cruzaba por primera vez una línea roja al tocar los depósitos que estaban asegurados.
Los bancos de la isla, que llevan cerrados cinco días, volverán a abrir recién el martes próximo, ante el temor de que los clientes saquen masivamente su dinero.
Y también Rusia, que tiene grandes intereses en la isla meditérranea, fustigó el acuerdo.
RUSIA AMENAZA CON REVISAR PROPORCIÓN DE EUROS EN SUS RESERVAS
La tasa excepcional a los depósitos bancarios en Chipre afectará duramente a los capitales rusos en la isla que se elevan a, al menos, 20.000 millones de dólares, según estimaciones citadas en Moscú.
El primer ministro ruso Dmitri Medvedev amenazó con revisar la proporción de euros en las reservas rusas si la solución a la crisis financiera chipriota perjudica los intereses de Rusia.
Las autoridades chipriotas analizan un "plan B" que incluiría un gravamen excepcional sólo a los depósitos de más de 100.000 euros.
Y las alternativas para recaudar fondos pasan ahora por una posible nacionalización de fondos de pensiones de instituciones estatales y semiestatales, entre otras medidas.