La Comisión Europea (CE) ha aprobado hoy el plan de reestructuración del banco asegurador holandés ING y ha autorizado la garantía ofrecida en enero por el Gobierno holandés para cubrir la cartera de activos no líquidos problemáticos de la entidad.

El ejecutivo comunitario dio su visto bueno a estas ayudas se ha producido después de que las autoridades holandesas y ING adoptaran una serie de compromisos para conciliar el esquema con las reglas comunitarias.

Bruselas inició una investigación en profundidad en marzo tras autorizar por seis meses las garantías holandesas sobre una cartera de alrededor de US$39.000 millones (casi 30.000 millones de euros) en activos problemáticos de ING.

Se trata en su mayoría de productos estructurados derivados de hipotecas estadounidenses de categoría AltA (concedidas en su mayoría sobre la base de la declaración de ingresos del solicitante, sin exigencia alguna de documentación).  El Estado holandés compró, a cambio de US$28.000 millones, el derecho a recibir los flujos de tesorería de esa cartera.

La Haya aceptó el acuerdo después de que un experto independiente evaluara las posibilidades de obtener un flujo positivo.

La Comisión Europea decidió dar vía libre a la operación, pero sólo de manera temporal, con objeto de preservar la estabilidad financiera, aunque anunció que llevaría a cabo un análisis más detallado.

El Ejecutivo comunitario concluyó que la medida es acorde a las reglas comunitarias, después de que el Gobierno holandés se haya comprometido a incrementar en 1.300 millones de euros, a través de un pago complementario, la remuneración a abonar por ING.


EL PLAN
En cuanto al plan de reestructuración, la entidad holandesa se hará cargo de una parte importante de los costes de la reforma y se restaurará la viabilidad comercial de la empresa a largo plazo.

Entre las medidas propuestas, ING reducirá su perfil de riesgo y la complejidad de sus operaciones, al mismo tiempo que se desprende de forma gradual de sus actividades de seguros, una decisión esta última que la entidad holandesa ya adoptó el pasado octubre.

También cederá una de sus divisiones el Westland Utrecht Hypotheekbank (WUH) con el objetivo de reforzar la competencia en el mercado holandés de los bancos minoristas.

Amsterdam se ha comprometido además a prohibir temporalmente a ING la adquisición de otras sociedades.

Las medidas estarán en vigor durante un período de tres años o hasta que el capital inyectado en la entidad sea integralmente reembolsado al estado holandés.