Los ministros de inmigración de la UE sentaron hoy las bases para el desarrollo de una futura política comunitaria de "inmigración legal", que incluiría un mayor control en las fronteras y planes de integración, afirmó la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, y el vicepresidente de la Comisión Europea, Jacques Barrot.

Tras participar en el Consejo informal de Justicia e Interior que se celebra en Toledo, Rumí y Barrot coincidieron en que Europa tiene que afrontar el reto de la inmigración desde la perspectiva de la legalidad e impulsando medidas para integrar a los inmigrantes en el mercado laboral.

Así mismo, durante la reunión, los responsables de inmigración de Grecia, Francia y Malta presentaron formalmente a la presidencia española de la UE la carta en la que piden que se refuerce la vigilancia de las fronteras exteriores comunitarias para prevenir la inmigración ilegal.

En el documento, según fuentes comunitarias, se insiste en que hay que seguir buscando fórmulas para luchar contra la inmigración irregular y clandestina.

En respuesta a estos reclamos, el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Interior, Jacques Barrot, anunció que el próximo 25 de enero será firmado un acuerdo para reforzar la vigilancia de las fronteras exteriores marítimas coordinadas por Frontex, agencia que se encarga del control de las fronteras de la Unión.

La integración de los inmigrantes en el mercado laboral de los diferentes Estados miembros, en un contexto de crisis económica, ha sido otro de los asuntos que los responsables europeos se han marcado como prioridad, con la intención de encontrar medidas de adaptación que garanticen la igualdad de oportunidades de los inmigrantes con el resto de los ciudadanos europeos.

Las medidas propuestas hoy, se debatirán el próximo abril en la ciudad española de Zaragoza, donde está previsto que se celebre la cuarta Conferencia de Integración de la Unión Europea.