La población de origen europeo tiene una característica genética en la sangre que incrementa hasta en un 15 por ciento la posibilidad de sufrir un infarto agudo de corazón, según un estudio de un consorcio internacional de científicos.

La característica hematológica asociada con un mayor número de plaquetas circulantes y, por tanto, a un mayor riesgo de infarto de miocardio, se observa sólo en la población europea, no en la de origen asiático o africano.

Así lo explicó Roberto Elosua, coordinador del grupo de Investigación en Epidemiología y Genética Cardiovascular del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM) de Barcelona (noreste español).

Para Elosua, uno de los autores de este trabajo que hoy publica la revista Nature Genetics, el hecho de que esta relación sólo se produzca en la población de origen europeo puede deberse a cuestiones genéticas de evolución o de selección natural.

EL FACTOR GENÉTICO
El estudio es fruto del trabajo del consorcio internacional HaemGen centrado en identificar elementos genéticos asociados a diferentes características de la sangre: la concentración de hemoglobina, el número de células rojas, blancas o las plaquetas.

Algunas de estas variables son esenciales en el funcionamiento normal del organismo, como el transporte y aporte de oxígeno a las células (hemoglobina y células rojas), la defensa ante infecciones (células blancas) o la formación de coágulos que evitan que se pierda mucha sangre si hay una herida (gracias a las plaquetas).

En una primera fase del estudio participaron unas 15.000 personas a las que se identificaron dos millones de características genéticas, junto con otras 22 características asociadas a los parámetros sanguíneos a estudiar, que se asocian a algunas enfermedades, entre ellas el infarto agudo de miocardio.

Anteriores estudios ya vinculaban un mayor número de células blancas con un mayor riesgo de infarto de miocardio o que el número de las plaquetas es un factor muy importante en la formación del coagulo de sangre que obstruye la arteria y puede llegar a causar un infarto agudo.

MAYOR RIESGO
El análisis de la relación de esas 22 características y el riesgo de infarto de miocardio gracias a la comparación, en una segunda fase del estudio de las características de 10.000 personas sanas y 10.000 que habían sufrido un infarto, permitió aclarar que una de estas características, vinculada a un mayor número de plaquetas circulantes, también se asociaba a un mayor riesgo.

"Se estudiaron las características genéticas y hemos visto que hay una de ellas, que se asocia con el número de plaquetas, que sí aumenta la posibilidad de infarto agudo", afirma el investigador.

Una persona puede no tener esta característica en la sangre o tenerla una ó dos veces: ser portador de la misma aumenta el riesgo en un 15 por ciento.

"Sabemos que cuando una persona sufre un infarto agudo de miocardio es porque tiene un coágulo de sangre, directamente relacionado con el funcionalismo de las plaquetas", recalca Elosua.

No obstante, el estudio recoge que esta característica genética identificada no tiene por qué ser la que causa el aumento del número de plaquetas.