La médica gibraltareña Eva Carneiro, extrabajadora del Chelsea, llegó hoy a un acuerdo "confidencial" con el club londinense y el entrenador José Mourinho, a los que demandó por despido improcedente y trato discriminatorio en una audiencia celebrada ante un tribunal británico.

Carneiro, de 43 años, abandonó el club de Stamford Bridge en septiembre de 2015, un mes y medio después de protagonizar un incidente con el entonces entrenador del Chelsea, José Mourinho, durante un partido de la Premier frente al Swansea (2-2).

Tras ese encuentro, en el que Carneiro saltó al terreno de juego a tratar una lesión del jugador Eden Hazard en el tiempo añadido, Mou decidió apartarla de los partidos y entrenamientos del primer equipo al sentirse descontento con la actuación de la doctora.

El luso tildó entonces a la médica de "impulsiva e ingenua" y criticó a Carneiro en la rueda de prensa posterior. "Estoy descontento con mi cuerpo médico. Todos en el club tienen que saber entender el juego, ya seas el utillero, el médico o el delegado de campo", dijo entonces el técnico portugués.

En un comunicado emitido hoy, el Chelsea señaló que "lamenta las circunstancias que llevaron a la doctora Carneiro a dejar el club" y se disculpó "sin reservas, ante ella y su familia por la angustia ocasionada".

"La doctora Carnerio siempre ha tenido como prioridad los intereses de los jugadores del club. Es una médica deportiva altamente competente y profesional", agrega la nota, en la que se indica que "José Mourinho también agradece a la doctora Carneiro su excelente y dedicado apoyo como médica del primer equipo y le desea una carrera exitosa".

En su demanda, Carneiro, que llegó al Chelsea con el entrenador portugués André Villas-Boas en 2009, alegó que fue sexualmente discriminada y sostuvo que Mourinho la llamó "hija de puta" en portugués cuando ella corría hacia el campo a asistir al mencionado jugador.

El pasado lunes, los medios británicos informaron de que la gibraltareña había rechazado la cantidad ofrecida inicialmente por el club de 1,2 millones de libras (1,5 millones de euros) para llegar a un acuerdo.

Carneiro admitió hoy en un comunicado sentirse "aliviada" al "concluir" el caso. "Ha sido una época extremadamente difícil y angustiosa para mí y mi familia y ahora tengo ganas de seguir adelante con mi vida", dijo la médica.

La gibraltareña subrayó además que su "prioridad" ha sido siempre "la salud y la seguridad de los jugadores" del club inglés, así como "cumplir" sus obligaciones como doctora.