Una tercera tormenta intensa, proveniente del Pacífico, azotó el miércoles el estado de California con lluvia y nieve, obligando a desalojar cientos de viviendas al pie de las montañas en zonas recientemente afectadas por incendios forestales.

La tormenta obligó también a cerrar una autopista interestatal, dejó a miles de habitantes sin electricidad y provocó que cayeran relámpagos en dos aviones.

Los intensos vientos seguían soplando y los meteorólogos advirtieron que podrían acumularse más de tres centímetros (pulgada y media) de lluvia por hora en un suelo ya muy húmedo tras dos días de precipitaciones que anegaron calles en ciudades costeras, provocaron un tornado y derribaron árboles, matando a dos personas.

Aunque los agentes policiales y de los alguaciles visitaban cada casa para ordenar el desalojo, algunos residentes se negaron a abandonar las comunidades al pie de una colina en el área de Los Angeles, al pie de las Montañas San Gabriel, donde ardieron más de 650 kilómetros cuadrados (250 millas cuadradas) de bosques a mediados del año pasado.

Las lluvias más intensas avanzaban lentamente al oriente. Pero los meteorólogos advirtieron de más lluvias para el jueves y viernes, con fuertes oleajes en la costa.

Dos aviones de Southwest Airlines fueron alcanzados por relámpagos el miércoles por la mañana, cuando llegaban a la terminal del Aeropuerto Bob Hope, en Burbank, informó Ian Gregor, vocero de la Dirección Federal de Aeronáutica (FAA por sus siglas en inglés).

Dos personas en uno de los aviones se sintieron aturdidas y fueron hospitalizadas, informó Gregor.

Más de 300.000 consumidores de la empresa Edison en el sur de California se quedaron sin electricidad desde el comienzo de la semana. Las cuadrillas de trabajadores habrían restablecido el servicio para unas 13.000 personas el miércoles por la tarde.

Una roca del tamaño de un automóvil cayó en la autopista federal 101, cerca de Hollywood.