El ingeniero de la Universidad de Concepción, Claudio Meier, revisó el Estudio de Impacto Ambiental, EIA, del megaproyecto HidroAysén y dijo que con la cantidad de errores que el informe tenía, "creo que ellos trataron de coartar las posibilidades de revisar el trabajo".

El doctor en Biología, PhD, en Ecología Fluvial en la Universidad de Montana, Missoula, que ha revisado EIA durante los últimos 20 años, fue contratado por la Dirección General de Aguas para revisar el documento original del proyecto que construirá cinco represas en los ríos Pascua y Baker, en la Región de Aysén.

"El EIA de HidroAysén que fue entregado al Estado, y que el Estado nos entregó, es un PDF, pero de imágenes, en el cual no se puede anotar ni buscar nada, lo que coarta las posibilidades reales de revisar el trabajo y la participación ciudadana efectiva", explica Meier.

El ingeniero civil explica que el EIA era "un PDF de baja resolución con la mayoría de las figuras completamente ilegibles, con errores en los mapas y figuras ilegibles".

Agrega que el estudio "era el equivalente a un mal trabajo de un alumno penca de pregrado en cuanto a la redacción y las faltas de ortografía".

"Otro problema del estudio es que estaba muy resumido. Faltaban los estudios de base para entender, porque el EIA no se sostenía solo. Con estos errores, yo creo que ellos trataron de coartar las posibilidades de revisar el trabajo", explica Meier.

El ingeniero, que también tiene una maestría en Ingeniería Hidráulica, en la universidad de Colorado, explica que "pensé que iba a haber un antes y un después del EIA de HidroAysén, viendo la magnitud del proyecto y la pristinidad del río Pascua, que es un sistema intocado, pensé que sería un buen estudio. Y fue uno más del montón, con los mismos errores".

"Pensando en todos los problemas que habían tenido con Pangue y con Ralco, pensé que realmente se iban a poner las pilas. Yo veía venir algo bueno en el que no podíamos llegar a encontrar cosas, pero me desayuné, o no aprendieron nada con las experiencias anteriores o simplemente se creen tan poderosos que haciendo más de lo mismo se lo iban a aprobar y eso parece que eso fue lo que pasó", explica.

ERRORES DEL EIA DE HIDROAYSEN
"El problema número uno es haber separado la línea de alta tensión de la evaluación de las represas, que es algo burdo, un tecnicismo legal, tiene que ver con el hecho de que es una compañía distinta. En cualquier país civilizado eso es un solo proyecto y tendría que haberse evaluado íntegramente", explica Meier.

El autor del texto Hidroelectricidad realmente sustentable para Chile, explica que además de la dificultad de revisar el EIA, el informe poseía serias deficiencias.

Meier explica que "había serias falencias en el transporte de sedimento, que es el que está al fondo del río que no se midió en el estudio".

"Otro punto es el estudio de peces, donde fueron 17 días al río y nos dieron un listado de especies. No bastan 17 días. Deberías estar dos o tres años estudiando esos organismos, definir curvas de tolerancia de temperatura, qué comen y cuándo, porque al poner el embalse cambias el alimento disponible. Otro punto de la temperatura del agua. Esa es información básica que no está en ninguna parte", sostiene.

PROBLEMAS EN LA NORMATIVA MEDIOAMBIENTAL
Meier, quien fue consultado por la influyente revista científica norteamericana Nature, que en una nota se refirió a la construcción del proyecto hidroeléctrico, dijo que "hay un montón de temáticas que son importantes  para entender el impacto de un proyecto hidroeléctrico que ni siquiera se estudian, porque hay una ignorancia bastante generalizada sobre el funcionamiento del sistema de ríos y porque los términos de referencias de los estudios, es decir cuando las compañías contratan EIA, son ellas mismas los que redactan los términos de referencias para estos estudios"

"Las evaluaciones son anecdóticas, porque realmente no sabes lo que va a pasar", dice Meier , que explica que "en el mundo desarrollado los EIA tienen alternativas con distintos lugares, alturas de muro y distintos tipos de operación. En Chile no hay alternativas. Eso es un problema legal"

El ingeniero explica que siempre se estudia la hidrología de un proyecto (cuánta agua hay) y el transporte de sedimento, "porque la cantidad de sedimento llega al embalse determina su vida útil".

Sin embargo, en los EIA no se considera la evolución del río, pero "con la represa ese río va a cambiar completamente porque la vegetación coloniza gran parte del cause del río. Cuando no hay crecida la vegetación  se va a comer todo el cause, entonces en vez de tener el sistema complejo, habrá dos sistemas, el cauce donde hay agua y una planicie de inundación tapada con árboles viejos. Tampoco puedes saber los impactos ambientales sobre los organismos que viven abajo si no entiendes los efectos morfológicos. Esto tampoco está en ningún estudio de impacto ambiental en Chile".

PROPUESTA MEJORAR EIA EN CHILE
"No es necesario HidroAysén en este momento", explica Meier. "La única manera de hacer hidroelectricidad realmente sustentable es represando los mejores lugares con un enfoque multicriterio, pero en Chile alguien dice aquí vamos a ganar harta plata haciendo un muro, entonces lo diseña, elige la operación para ganar la mayor cantidad de plata y después tira un EIA".

Según el ingeniero, el Estado debería realizar un estudio en todo el país, "para ver todas las posibles ubicaciones para centrales como país, no como privados".

El profesional  explica que luego se debe hacer una lista "tomando en cuenta la factibilidad técnica, económica, los impactos ambientales, sociales, etc. Y una vez que hagamos ese ranking empecemos a represas los mejores lugares primero. Estoy seguro que si hacemos eso, HidroAysén no va a estar en los primeros lugares en la lista".