Los empleados del parque Sea Life de Oberhausen, en el oeste ne Alemania, manifestaron en un comunicado que se sienten desolados por la muerta del Pulpo Paul. En el recinto ya piensan en hacer un santuario para el octópodo, mientras se informó que el dinero que se ha recibido en donaciones, desde los aciertos del Mundial, se destinará a una reserva para tortugas, en lo que sería la "herencia" de Paul.
"Parece que ha muerto pacíficamente durante la noche, por causas naturales, y nos consuela saber que ha disfrutado de una buena vida", dijo el director del centro Stefan Porwoll.
Por ahora, Paul será mantenido en frío hasta que el centro decida cómo conmemorar la extraordinaria vida del molusco, explicó Porwoll, quien agregó que "puede que decidamos dar a Paul su propio espacio de entierro dentro de nuestros terrenos y erigir un modesto santuario permanente".
Además, las donaciones hechas en honor de los logros de Paul ayudarán a financiar un centro de rescate permanente de tortugas marinas en la isla griega de Zakynthos, dijo Sea Life.