Mientras en Chile un club grande como la U sueña con levantar un estadio con cerca de 50 millones de dólares, en México, Everton entrena hoy en una instalaciones que cuestan US$ 200 millones. Se trata del primer mundo del fútbol, que el conjunto viñamarino puede disfrutar desde que el Grupo Pachuca aceptó comprar el 80 por ciento de uno de los clubes más tradicionales de este país.

Al conjunto ruletero le cambió el estatus del cielo a la tierra. Por estos días, el plantel que dirige Héctor Tapia, no hace mucho campeón con Colo Colo, trabaja en un imponente centro deportivo construido en 22 hectáreas de terreno donde el Pachuca realiza todas sus actividades futbolísticas administrativas y sociales. El Pabellón Joseph Blatter, el Centro de Alto Rendimiento Tuzo, La Universidad y el Centro de Excelencia Médica en Alturas son los estandartes de este moderno recinto.

Se trata de un moderno edificio para el primer equipo, un centro de hospedaje con cerca de 300 habitaciones, una universidad con licenciaturas y maestrías, junto a una clínica donde pasan 2 mil personas diariamente, que está ubicado a a 15 minutos del Hotel Camino Real, ubicado en pleno centro de la ciudad de Pachuca. Sólo los camarines incluyen tres piscinas, además hay un gimnasio altamente equipado, capilla, comedor, cocina, sala de eventos, salas de estancia, oficinas administrativas y lavandería.

"Es importantísimo que Everton haya realizado su pretemporada aquí y hayan utilizado el Pabellón para que se empapen de lo que es Grupo Pachuca, de la filosofía, de la metodología, y que sepan lo importante que es para nosotros el jugador. Estamos utilizando la cancha e instalaciones del primer equipo y espero que esto sea una motivación para los jugadores, ya que con ello se dan cuenta que forman parte de este exitoso y gran grupo", comenta desde México el nuevo presidente ejecutivo de Everton, Pedro Cedillo.

En tierras tuzas, hasta el mismo Tapia se ha maravillado con su lugar actual lugar de trabajo. "Como técnico, es la mejor pretemporada que he realizado. Acá en Pachuca, el tema de tener una clínica en el mismo complejo, un camarín con tres piscinas, un gimnasio que está focalizado en cómo preparar la fuerza, es algo increíble. Acá está todo.", apunta el DT.

El Centro de Alto rendimiento Tuzo (ART), por ejemplo, costó 9 millones de dólares y alberga 270 habitaciones sólo para divisiones menores. "El chico que se queda acá, tiene su dormitorio y su nutriólogo. En el ART tenemos un aparato donde los chicos ponen su dedo y con ello aparece la información entregada por el nutricionista, para que el cocinero sepa lo que tiene que comer", destaca Cedillo.

Posiblemente muchos jóvenes evertonianos, ligados al proyecto deportivo de búsqueda de talento que armará Pachuca en Viña del Mar, disfrutarán de estas mismas instalaciones en un futuro no muy lejano. Por ahora es el turno del plantel, que se alista para competir en el próximo torneo de Apertura y, pese a que el equipo recién ascendió, ser protagonista.

Sólo con la inversión de Pachuca en el conjunto Oro y Cielo (cerca de US$ 6 millones) aumentaron las expectativas. La plantilla del primer equipo llegará, aproximadamente, a 150 millones de pesos. El principal nombre que ha sumado el elenco de Tapia es el del uruguayo Braian Rodríguez, cuya carta pertenece a Inter de Porto Alegre. Además, ya fichó a jugadores como Cristián Suárez (ex Universidad de Chile), Eduardo Lobos (Cobresal) Dilan Zúñiga (Colo Colo), Rodrigo Echeverria (Iberia), Sebastián Leyton (Antofagasta) y Sebastián Varas (Ñublense). Y se espera que lleguen más.

"Queremos seguir creciendo, somos ambiciosos pero también hay que ser humildes. Buscamos que Everton pueda ir desarrollándose tal y como lo ha hecho este recinto. Esperamos que el haber venido hasta acá a realizar sus trabajos de pretemporada les sirva y que con ello realicen un buen torneo", finalizó diciendo Pedro Cedillo.