Everton falló. El equipo de Viña del Mar quedó eliminado de la Copa Sudamericana tras perder ante Patriotas Boyacá de Colombia, un cuadro de nulo historial continental, pero que mereció quedarse con la llave, producto de una notoria superioridad en el juego de vuelta, disputado esta noche.

Pasaron 55 días entre la ida y la revancha. Casi dos meses luego de esa noche del 5 de abril, cuando un tiro libre de Maximiliano Cerato les dio la ventaja a los ruleteros en Sausalito. Curiosamente, ante el mismo rival, el 7 jugó hoy su último partido con los oro y cielo, ya que emigra al León mexicano.

Para defender el 1-0, Pablo Sánchez alineó un 4-3-3 relativo, ya que cuando los colombianos tenían el balón se replegaban, dejando a Raúl Becerra como su hombre más adelantado. Everton empezó el cotejo con buenas intenciones, moviendo el balón, pero con el paso de los minutos cualquier intención ofensiva se diluyó, porque el cuadro de Diego Corredor se hizo dueño del juego y porque el conjunto nacional nunca se acomodó en la cancha del estadio La Independencia. Su defensa mostró muchas dudas, en el medio no había creación y las bandas nunca atacaron.

El DT anticipó que pretendían hacerle sentir a la visita el peso de los 2.822 metros sobre el nivel del mar que tiene la localidad de Tunja. Eso se notó al observar el partido.

Por lo mismo, la apertura de la cuenta era cuestión de tiempo. Llegó en los 34', gracias a Larry Vásquez. El capitán de Patriotas para el balón con el pecho, se saca a los dos centrales y remata por bajo para batir a Lobos. Ése fue el primer tanto del club en una competencia internacional. Con orden, el local terminó mejor la primera parte, ante un Everton dormido, sin reacción. De hecho, Luna pudo convertir el 2-0 en el epílogo del primer lapso.

El gran sostén de los viñamarinos era que los de Tunja no pudieron cerrar la llave en el tiempo regular. Teniendo ocasiones para aumentar el marcador, fallaron. No aprovecharon que la zaga ruletera tuvo una bajísima presentación, tanto sus laterales (Rodríguez y Zúñiga) como sus centrales (Blázquez y Suárez). El mexicano Uvaldo Luna tuvo dos ocasiones para cerrar el partido. No lo hizo.

Se fueron a los penales, instancia en la cual Patriotas se impuso por 4-3. En el octavo remate, el mexicano Steven Almeida falló, dejando la serie empatada 3-3. En el tiro siguiente, César Valoyes se frenó dos veces en la carrera hacia el balón, pero el árbitro argentino Néstor Pitana validó el gol, pese a los reclamos de Lobos. Luego, Ragusa remató al travesaño.

Así se terminó la expedición internacional de Everton, otra decepción para el fútbol nacional, que no sale del fango en el que se sumerge cada vez que juega afuera. De momento, Palestino fue el único que avanzó de ronda, ya que Iquique se instala en esta copa al ser tercero de su grupo en la Libertadores. Hay que esperar por la suerte de O'Higgins.