Un día después de una masiva marcha en La Paz por los problemas en el suministro del servicio de agua, el gobierno del Presidente Evo Morales declaró hoy "emergencia nacional" en Bolivia al registrarse la peor sequía de los últimos 25 años, la cual ha provocado cortes del servicio en siete de las 10 principales ciudades del país.
Tras una reunión de emergencia del gabinete ministerial, Morales explicó que el decreto declara "situación de emergencia nacional debido a la presencia de sequía y déficit hídrico en diferentes regiones del territorio nacional provocadas por fenómenos climáticos adversos". "Hay que estar preparados para lo peor. Siento que este calentamiento global va a continuar, por tanto, hay que planificar las grandes inversiones" en obras para garantizar el abastecimiento de agua, dijo el mandatario.
El decreto permitirá al Poder Ejecutivo, gobernaciones regionales y alcaldías "la movilización de recursos económicos para atender un derecho humano que es el agua", indicó Morales, al explicar que 2016 fue "el más caluroso de los últimos 100 años".
Morales destituyó hace unos días a la autoridad nacional de regulación del sector de agua y al gerente de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (Epsas) de La Paz por no haber alertado a tiempo del descenso del nivel del agua en las represas.
En La Paz desde hace dos semanas se aplica un racionamiento en tres zonas que incluyen a 94 barrios del este y sur y afectan a unos 340.000 habitantes, aproximadamente un tercio del total de habitantes de la sede del gobierno y el Legislativo. El nuevo gerente de Epsas, Marcel Claure, advirtió que el racionamiento será aún más severo en esas zonas y se ampliará al oeste de la ciudad y a dos áreas en la vecina El Alto, aunque en los últimos casos no será tan duro como en el este y sur paceños, que solo recibirán agua durante tres horas cada tres días. Algunos barrios sólo se abastecen de camiones cisterna que facilita Epsas y la alcaldía de La Paz.
Una fuente de la empresa de agua dijo a la agencia EFE que en caso de que no llueva y aún con los racionamientos, el volumen de los embalses aguantaría hasta el 20 de diciembre. Según el diario El Deber, los cortes de agua en La Paz seguirán, por lo menos, hasta 2017.
La noche del domingo hubo una multitudinaria manifestación en la zona sur de La Paz, cuyos vecinos marcharon hasta la embajada de China para protestar por los racionamientos, por el rumor difundido en redes sociales de que una empresa de esa nacionalidad estaba captando el agua antes de que llegue a la represa de Hampaturi. Morales rechazó esas suposiciones y afirmó que "no hay ninguna empresa china en toda esta región", ni ninguna firma minera que esté desviando el agua destinada a La Paz.
Según el diario paceño La Razón, cinco de los nueve departamentos del país soportan los efectos de la escasez de agua y están en crisis. En Sucre, capital constitucional del país, se limitó el consumo de agua en al menos 10 barrios de la ciudad y la escasez ya comenzaba a afectar a centros de salud.
En Potosí la situación también es compleja pues el recurso también escasea en algunas zonas de la capital, destaca La Razón. En ese departamento la crisis del agua también ha generado una pugna entre mineros que trabajan en la región norteña y comuneros que se dedican al agro.
En Cochabamba, en tanto, la semana pasada vecinos de la localidad de Sacaba bloquearon rutas interdepartamentales en demanda de dotación de agua.
Según EFE, a comienzos de mes, el Ministerio de Medio Ambiente y Agua de Bolivia ya había agotado el fondo de emergencia con el que contaba, dotado con casi US$ 2 millones, para ayudar a los municipios en estado de emergencia y a los que envió tanques de almacenamiento. Fuentes empresariales citadas por la misma agencia aseguran que la sequía ha provocado este año pérdidas en el sector agrícola y ganadero que rondan los US$ 500 millones.