El Presidente Evo Morales eligió a una ex reina de belleza de 25 años, sin experiencia política, como candidata a gobernadora por el departamento oriental de Beni, reducto de la oposición conservadora.
"Será la única gobernadora mujer del país. Hemos debatido bastante, se ha considerado su juventud y capacidad", dijo Morales en la presentación de la ex miss Bolivia Jessica Jordan el jueves en la noche en la capital de Beni, Trinidad.
"Estoy agradecida al señor presidente por hacerme la invitación y después de evaluar profundamente con mi familia, acepté el reto", dijo la modelo. "Acepté la candidatura para ganar".
Morales apeló a los mismos mecanismos de los partidos tradicionales que en su afán por ganar espacios políticos reclutaban gente ajena por su popularidad. El caso de Jordan no es el único.
La ex miss Bolivia 2007 enfrentará al popular gobernador de Beni, Ernesto Suárez.
Suárez junto al gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, y de Tarija Mario Cossio conformaron el más duro frente opositor que enfrentó Morales para consolidar su poder político desde que fue elegido por primera vez a finales 2005.
Los tres renunciaron esta semana para habilitarse a la reelección y se perfilan como favoritos en sus regiones.
En las elecciones del 4 de abril se elegirán a nueve gobernadores, alcaldes y representantes de legislativos regionales en unos comicios que terminarán por configurar el tablero político.
Morales busca copar los gobiernos locales tras su contundente victoria con el 64 por ciento de los votos en las elecciones del 6 de diciembre. Gobernará hasta 2015 con un control casi total de la Asamblea Legislativa Plurinacional, pero hasta ahora la piedra en el zapato fueron las gobernaciones de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija, donde la oposición es fuerte.
La disputa por el poder político ya ha sido resuelta con la derrota de la oposición, pero será necesario una victoria en los gobiernos locales para una adecuada coordinación con el gobierno nacional, comentó el vicepresidente Alvaro García.
Aunque el flanco débil del gobierno son los espacios regionales, la oposición no se sobrepone de la derrota y acudirá a las elecciones dividida para enfrentar al oficialismo.
Con la de abril será la sexta elección nacional en cinco años para dirimir el poder político en este país entre las fuerzas emergentes de la representación indígena y mestiza frente a los partidos tradicionales que gobernaron siempre pero cada vez aparecen más arrinconados y marginales.
Por años esa disputa se trasladó a las calles. En 2003 una revuelta popular depuso al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada tras la muerte de 63 manifestantes. Ahora la pelea es en las urnas.