Hoy comenzó para el Presidente de Bolivia, Evo Morales, la séptima semana consecutiva de conflictos sociales y sindicales, con un paro de choferes que protestan por una nueva ley de tráfico urbano. Los transportistas bloquearon los accesos de La Paz, El Alto y otras ciudades.

Los afiliados a la Central Unica de Transporte Urbano de La Paz bloquean desde la madrugada con sus vehículos las principales vías de estas dos ciudades vecinas, de un millón de habitantes cada una, e impiden incluso el paso de ambulancias.

Los transportistas pinchan las ruedas de los autos que tratan de superar los bloqueos y los canales de televisión locales mostraron a algunos chóferes azotando a quienes pretenden pasar. En las avenidas y calles miles de personas caminan para llegar a sus trabajos, constataron corresponsales de Efe.

Fuentes diplomáticas informaron de que en la Avenida Arce, en la que hay numerosas embajadas, entre ellas las de Estados Unidos, España, Reino Unido y Brasil, el tráfico está cerrado por grandes árboles derribados, mientras que en otros lugares los choferes reforzaron los bloqueos con fogatas.

El ministro de gobierno, Carlos Romero, dijo en una conferencia de prensa que hay al menos 18 puntos estratégicos bloqueados en La Paz y otros más en El Alto, pero afirmó que en el resto del país por ahora "no hay movilizaciones ni bloqueos".

Agregó que en estas dos ciudades fueron suspendidas las clases en los colegios privados y estatales y se estableció un "horario continuo y tolerancia de actividades en los centros laborales".

Los choferes rechazan una nueva ley municipal que intenta regular el caótico tránsito de La Paz, sede del gobierno y el Parlamento aunque no capital oficial de Bolivia (es Sucre).

Se oponen a que la alcaldía, controlada por el Movimiento sin Miedo (MSM), partido de centroizquierda que fue hasta 2010 aliado del Gobierno del populista Evo Morales, ejecute un proyecto de transporte moderno y masivo para La Paz.

Las calles y avenidas de esta ciudad situada en los Andes a 3.650 metros sobre el nivel del mar, y las de El Alto, a 4.000, suelen estar colapsadas por miles de pequeños autobuses y taxis colectivos, la mayoría destartalados y contaminantes.

El líder de los transportistas de La Paz, Gonzalo Millares, dijo a la prensa que esa ley no fue acordada con el sector y establece dobles sanciones para los conductores si cometen infracciones, pues podrán multarlos tanto agentes municipales como policías de tránsito, lo que niega la alcaldía.

El alcalde de La Paz, Luis Revilla, ratificó la vigencia de la ley y alegó que ayudará a mejorar el transporte público.

La huelga de choferes no ha sido acatada en la región oriental de Santa Cruz, ni en la central Cochabamba, ni en la amazónica de Beni, según medios bolivianos.

En esta ocasión, el gobierno no habilitó entre La Paz y El Alto el servicio gratuito de camiones y autobuses militares, como hizo en anteriores protestas de los chóferes contra Morales.

Muchas personas han protestado en los medios y las redes sociales contra la policía, a la que acusan de no actuar para impedir los bloqueos, a diferencia de la represión de las semanas anteriores contra movilizaciones de médicos, universitarios, maestros y trabajadores sanitarios, entre otros.

Revilla denunció una "actitud politizada" de la Policía, porque "hay cosas para las que responde muy rápidamente y otras para las que no".

HUELGA NACIONAL
Tras los dos días del paro del transporte, está convocada desde este miércoles una huelga nacional de 72 horas de la Central Obrera Boliviana (COB) para exigir mejores salarios.

Los médicos y los trabajadores de la salud pública están en huelga desde marzo contra un decreto de Morales que aumenta su jornada laboral de 6 a 8 horas, con cierres de vías hacia Brasil y Argentina y choques con la policía, y la mantienen a pesar de que Morales anunció el viernes que suspendía la medida.

Entretanto, los indígenas de la Amazonía que se oponen a una carretera financiada por Brasil e impulsada por Morales en la reserva natural Tipnis continúan su marcha hacia La Paz, para pedir al presidente que no insista en ese proyecto.

También el Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana, que agrupa a rectores, profesores y alumnos, comenzó un paro indefinido y anunció movilizaciones callejeras desde este lunes, en busca de más recursos y en apoyo a los médicos y a la COB.