El Presidente de Bolivia, Evo Morales, llamó hoy a la "revolución" del Poder Judicial en su país tras nombrar vía decreto a 18 magistrados, entre las críticas de opositores y analistas, por el riesgo que esa fórmula supone para la independencia de poderes y la democracia.
Las polémicas designaciones se producen gracias a la "Ley de Necesidad de Transición a los nuevos entes del órgano judicial y del Ministerio Público" o "Ley Corta", como se conoce en Bolivia, que otorga al Presidente la facultad de realizar directamente esos nombramientos.
La ley, fue aprobada la semana pasada en la Asamblea Legislativa de Bolivia, donde el Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales controla tanto la Cámara de Diputados como el Senado.
En principio, se trata de una ley transitoria para nombrar magistrados interinos hasta que el 5 de diciembre próximo se aplique la fórmula que establece la nueva Constitución del país para designar a las autoridades del Poder Judicial, mediante el voto popular.
El Gobierno y el MAS justifican la medida en la necesidad de cubrir las vacantes de los máximos órganos del Poder Judicial, prácticamente inoperativo en los últimos años por las sucesivas dimisiones de sus miembros debido a denuncias promovidas en su contra por parte del oficialismo.
Con el argumento de que la Justicia no puede seguir parada, Evo Morales nombró a cinco ministros de la Corte Suprema, cinco magistrados del Tribunal Constitucional más otros cinco suplentes, así como tres miembros del Consejo de la Judicatura.
Se trata de 18 cargos de los 26 que integran las principales instituciones del Poder Judicial en Bolivia.
Morales encomendó a los nuevos magistrados que sienten las bases de una "revolución en el Poder Judicial" donde es necesario, dijo, "redefinir la ideología jurídica y la administración de justicia".
El mandatario boliviano llamó también a acabar con la corrupción y "el manejo oscuro" en la Justicia y lanzó el reto de aumentar el esfuerzo en la lucha contra el narcotráfico.
Más significativo fue su reclamo de juzgar a los "separatistas" para "defender la unidad de la patria".
"No se puede perdonar a los separatistas de nuestra querida Bolivia. No es una cuestión política ni ideológica", señaló Evo Morales en alusión a líderes opositores acusados de promover la segregación de la región oriental de Santa Cruz, en 2008.
La designación "presidencial" de magistrados del Poder Judicial en Bolivia ha desatado en los últimos días un aluvión de críticas desde sectores de la oposición y analistas.
"La justifican como una forma de llenar el vacío de un poder ¡que el mismo Morales destruyó sin pudor en sus anteriores cuatro años de Gobierno!", destacó el ex Presidente Carlos Mesa (2003-2005), quien critica que el "culto a la personalidad" del presidente "ha llevado a la concentración total de poderes en su mano".