El Presidente de Bolivia, Evo Morales, ordenó a las Fuerzas Armadas vender pan desde hoy en las ciudades de La Paz y El Alto para evitar su escasez en los mercados y su alza de precio, después de las amenazas de los panificadores tras el denominado "gasolinazo".
Un decreto de Morales del pasado fin de semana subió entre un 57% y un 82% los precios de los combustibles de consumo más importante y condujo a un aumento de las tarifas de los transportes que a su vez también afectó a los alimentos.
Por ese motivo, el Ejército habilitó doce puntos de venta en estas dos ciudades, en los que expende pan a 0,40 bolivianos (0,05 dólares), y que estarán operativos hasta que el gremio de panificadores levanten el paro que decretaron por el denominado "gasolinazo".
"Hemos elaborado panes en nuestras unidades, donde tenemos dos hornos industriales que elaboran diez mil panes al día. Para alcanzar a la mayor cantidad de población, se están distribuyendo diez panes por persona", informó un jefe militar a los medios locales.
Morales criticó ayer a los panificadores de querer "aprovecharse" de la coyuntura para subir en un 100% el precio del pan después de que el sector anunciara un paro de 48 horas como medida de protesta en rechazo al alza de combustibles.
Las manifestaciones populares contra el denominado "gasolinazo" reunió ayer a miles de personas en varias ciudades del país en movilizaciones que terminaron con actos vandálicos.
Las próximas protestas de gran magnitud en el país se esperan para el lunes, cuando mineros y sectores afiliados a la Central Obrera Boliviana (COB), el mayor sindicato del país, marchen en La Paz para pedir la derogación del decreto de alza de combustibles.