A las 4 de la madrugada, Evo Morales regresó ayer a La Paz tras presentar personalmente la memoria de su país como parte de la demanda contra Chile en La Haya. Luego de pasar por la residencia presidencial, el mandatario llegó a las 6.00 al Palacio Quemado, donde lideró una reunión de gabinete y, un poco más tarde, una conferencia de unos 40 minutos, en la que sólo habló del reclamo marítimo y respondió a los dichos del gobierno chileno desde el Salón de los Espejos, donde hay un enorme mapa de 1859, época en que Bolivia aún tenía mar.
"Entiendo que el demandado reaccioné así", dijo cuando se le pidió su opinión sobre la declaración del canciller chileno Heraldo Muñoz, quien señaló que la postura boliviana era "artificiosa" y que "carece de fundamento". Luego respondió a La Tercera respecto de los dichos de Felipe Bulnes, quien señaló que Bolivia confunde "aspiraciones con derechos". Ahí, el presidente boliviano endureció el tono y afirmó: "Se equivocan cuando dicen que no tenemos derechos, porque tenemos documentos con las propuestas que (en su momento) hizo Chile. La demanda no es sobre el Tratado de 1904".
También se refirió a una eventual impugnación por parte de Chile, que tiene 90 días para presentarla. "Tal vez se sientan perdedores. Si yo sintiera que voy a perder, haría eso", dijo. Y sin que nadie le preguntara contó que durante la primera gestión de Michelle Bachelet, Chile planteó nombrar un representante por cada país "para resolver el tema (del mar)". Esos representantes, dijo, fueron elegidos e incluso se exploró por dónde sería la salida al mar.
Morales también adelantó los próximos pasos que dará su gobierno: a fin de mes podría reunirse con el Presidente Ollanta Humala; también nombrará a un embajador itinerante para defender el reclamo marítimo; habrá una reunión con ex presidentes y ex cancilleres y otras acciones que no especificó.
Morales, además, recordó su reciente paso por Chile para la toma de posesión de Bachelet y señaló que en Santiago gritaron "mar para Bolivia con soberanía".