El presidente boliviano Evo Morales dio a entender el miércoles que buscará un cuarto mandato pese a las marchas de rechazo y a la derrota en un referendo en 2016 y agradeció el apoyo de sus partidarios, que insisten en su reelección.
"No me pregunten a mí sino a los movimientos sociales sobre la re postulación. No lo digo yo sino esos movimientos. En los actos de entrega de obras el dirigente que pide mi re postulación es el más aplaudido. Eso me sorprende", respondió Morales en una rueda de prensa y estimó que medio millón de simpatizantes salieron a las calles el martes para pedir que vuelva a postularse en los comicios presidenciales de 2019 a pesar de estar legalmente inhabilitado.
Las manifestaciones de apoyo del martes tuvieron su contrapunto: miles exigieron en distintas ciudades que se respete el resultado del referendo celebrado hace un año en el que los votantes rechazaron otra relección de Morales, en el poder desde 2006.
El gobierno, el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) y sindicatos afines desconocen aquel resultado y alegan que la oposición montó una supuesta "campaña de mentiras" sobre un escándalo amoroso del mandatario que salió a luz días antes de la votación.
Las marchas de rechazo fueron convocadas por opositores y movimientos ciudadanos que reivindican su voto y el respeto a la democracia y fueron masivas sobre todo en La Paz y Santa Cruz, las mayores urbes.
"El MAS ya no es una mayoría sino una minoría. Ayer se vio claramente, la gente está cansada con este gobierno que no respeta la constitución", dijo el empresario Samuel Doria Medina, líder del centroderechista Unidad Nacional (UN), principal partido de la oposición.