El martes, durante una jornada en la que miles de bolivianos se movilizaron contra lo que consideran un intento de reelección indefinida del Presidente Evo Morales, el ex mandatario (2003-2005) y actual vocero de la demanda marítima presentada contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia, Carlos Mesa, encabezó un acto organizado en La Paz, en el que se pidió al oficialismo respetar la votación que en el referéndum de 2016 ya rechazó una reforma constitucional planteada para la prorroga del gobernante.

Presentándose como un "ciudadano común", Mesa dijo que su intervención buscaba recordar a Morales y al Tribunal Constitucional "que no pueden burlar la soberanía del pueblo", en alusión al referéndum del año pasado. Asimismo, señaló que "no puede ser" que los magistrados de ese tribunal, que estudian un recurso sobre la eventual reelección de Morales, pasen por alto la consulta popular de febrero de 2016, el referéndum que aprobó la Constitución en 2009 y la Asamblea Constituyente de 2006.

Pero la ofensiva de Mesa encontró rápida respuesta en el gobierno y en el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), que consideraron incompatible su labor para el Estado con sus actuaciones políticas.

Así, el ministro de Justicia, Héctor Arce, afirmó que el vocero de la causa marítima debería dejar esa función si opta por postularse como candidato a la Presidencia. "Mesa tiene todo el derecho de ser candidato a la presidencia, vicepresidencia, al cargo que él quiera, estamos en un país absolutamente democrático. Y obviamente, cuando él lo decida, lo correcto sería que de un paso al costado, eso depende de él. El gobierno lo mantiene (como portavoz) y respeta", insistió Arce en una entrevista en la red PAT.

En la misma línea, el presidente del Senado, José Alberto Gonzales, advirtió sobre los "devaneos" y "coqueteos" del vocero de la causa marítima respecto a una eventual candidatura. "Creo que Mesa es un gran vocero, no puedo decir que es un gran candidato, porque ahora sigue jugando al acertijo (...) Si el decide participar como candidato, yo creo que sí, debe dejar la vocería porque sería incompatible", explicó Gonzales.

En tanto, el diputado del MAS Javier Zabaleta opinó que la posible candidatura de Mesa en las elecciones de 2019 y su rol como portavoz de la demanda marítima "no son compatibles". "Mesa no lo quiere decir ante los medios de comunicación, pero está armando una estructura partidaria nacional", afirmó Zabaleta, citado por el diario La Razón.

Sin embargo, en una entrevista con el diario cruceño El Deber, Mesa sostuvo que "no, no está (en mis planes postular)" y que eso ya estaba respondido. Aclaró además que "yo no busco, en ningún caso, por ninguna razón, ningún tipo de proyección política con el mar", a pesar de que diferentes encuestas lo ubican como un potencial adversario de Morales y en mejores condiciones que otras eventuales candidaturas opositoras.

De hecho, una encuesta realizada por Captura Consulting difundida el jueves reveló que Morales tiene una preferencia electoral del 37%, seguido por Mesa, con un 20%. En el caso que el actual mandatario no estuviera en la papeleta, los resultados ponen a Mesa liderando la intención de voto, con un 24%, seguido del actual vicepresidente Álvaro García Linera, con el 17%.

"Mesa no ha hecho nada éticamente incorrecto y la prueba es que si lo hubiera hecho el gobierno que lo nombró podría destituirlo", explicó a La Tercera el analista paceño Carlos Cordero. "Con Mesa podría darse una unidad inédita (en la oposición). Sin él, podría darse un escenario muy fragmentado. Por ello el gobierno quiere que se pronuncie", aseguró.