El ex agente secreto de la DINA, Enrique Arancibia Clavel, quien fue condenado por el asesinato en 1974 del general Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert en Buenos Aires, falleció este jueves a los 66 años en la capital trasandina.
Según informó Infobae, su cuerpo fue encontrado en el interior de su residencia, en el 1400 de calle Lavalles, por personal de la 3ª Comisaría de la Policía Federal.
El ex agente de inteligencia -que gozaba de libertad condicional- presentaba entre 15 y 20 puñaladas en su cuerpo. La puerta de su domicilio no estaba forzada.
Enrique Arancibia Clavel se hizo cadete de la Escuela Militar, para luego estudiar ingeniería.
Llegó a Argentina en 1971, prófugo de la justicia militar por un proceso pendiente en su contra por infracción a la Ley de Seguridad del Estado, pues se le acusaba de haber puesto artefactos explosivos después de la elección de Salvador Allende.
En Buenos Aires y después del golpe militar, según antecedentes del proceso que se le siguió en su contra en ese país por el crimen del general Prats, comenzó a trabajar para la Dina mientras era el representante del Banco del Estado. En su calidad de agente, utilizaba el alias de Luis Felipe Alemparte.
En el crimen de Prats se le acusó de ser quien efectuó las actividades preoperativas al atentado, como entregar información sobre los desplazamientos del general y de haber sido parte de una asociación ilícita que actuó en Argentina para asesinar al ex comandante en jefe del Ejército.
En 1978, en pleno conflicto Chile-Argentina, fue acusado de espionaje junto a otras cinco personas, pero tras la mediación del Papa por el Canal Beagle, fue indultado en los '80.
Tras ese episodio, obtuvo la nacionalidad argentina y armó una empresa de arreglos de oficinas en Buenos Aires.
Sin embargo, el 22 de enero de 1996 la jueza Servini de Cubría ordenó su detención. La decisión de encarcelarlo fue anunciada por el propio ex presidente Carlos Menem.
Finalmente, fue condenado a cadena perpetua en 2004 por este caso y el secuestro de las chilenas Laura Elgueta Díaz y Sonia Díaz Ureta en Buenos Aires. Sin embargo, recibió un beneficio carcelario por una cláusula conocida como "dos por uno", actualmente derogada, que le permitió cumplir su sentencia fuera de prisión.