Al candidato presidencial colombiano Sergio Fajardo lo han bautizado como el independiente más independiente de todos.
Matemático de profesión, ejerció como investigador y periodista antes de entrar al mundo de la política colombiana.
Tuvo su primer salto en 2003 cuando aspiró a su primer cargo público: la alcaldía de Medellín, la ciudad donde nació en 1956. Lo hizo sin el apoyo de ninguno de los partidos tradicionales de Colombia.
Bajo el alero de su movimiento cívico Compromiso Ciudadano por Colombia, ganó los comicios con la votación más alta en esa ciudad hasta la fecha.
El político de 61 años, ejerció entonces el cargo hasta 2007, año en que fue elegido como el mejor edil del país, lo que le dio mayor proyección nacional.
Durante su tiempo a la cabeza de la ciudad, que en el pasado fue uno de los iconos del narcotráfico mundial, realizó una serie de profundas reformas que lograron renovar la imagen de la urbe donde nació el cartel de Pablo Escobar.
En 2010 hizo su primer intento por llegar a la Casa de Nariño como aspirante a vicepresidente del candidato Antanas Mockus, representante del Partido Verde que removió la escena política local con su llamada "ola verde".
La fórmula presidencial logró llegar a segunda vuelta, donde finalmente perdió ante el actual mandatario Juan Manuel Santos.
En 2012, sin embargo, logró tener otro triunfo electoral al hacerse con la gobernación de Antioquía, prometiendo replicar el mismo modelo aplicado en Medellín a todo el departamento. Ejerció el cargo desde 2012 a 2015.
"Desde que inició su vida pública ha sido un tipo completamente independiente. Apartado y desprovisto de todas las maquinarias políticas. Ve el país de una manera totalmente diferente, tanto en concepto como en la forma de ver y hacer política", explicó a La Tercera el analista político colombiano, Augusto Reyes.
Ahora Fajardo aspira a la Presidencia colombiana con un discurso similar al que usó al lanzarse a la política, en donde posiciona la educación como su principal eje.
"Así como le apostamos a una Medellín educada, y a una Antioquía más educada, ahora vamos por una Colombia más educada", aseguró el 20 de febrero, en uno de sus primeros actos públicos en miras a las presidenciales de mayo de 2018.
Fajardo aspirará a suceder al mandatario Juan Manuel Santos como candidato por la Coalición Colombia, integrado por el Partido Verde, el Polo Democrático y Compromiso Ciudadano. Insiste, sin embargo, en no dejarse etiquetar por las ideologías políticas.
"(Emmanuel) Macron estaba chiquito y nosotros ya habíamos roto con esa idea de izquierda y derecha. Hemos gobernado hablando de principios, de problemas. Yo sinceramente no creo en esa clasificación, además creo que es obsoleta y dentro de este contexto todo el mundo hace un esfuerzo por tratar de clasificar porque la vida es esto o esto. Nosotros rompimos con eso hace rato", aseguró Fajardo en una entrevista con el diario español El País a comienzos de diciembre.
El candidato cuenta por el momento con los sondeos a su favor. Según una encuesta reciente de Caracol Televisión, Blu Radio y la revista Semana, el ex gobernador lidera la intención de voto con un 18,7%. Le sigue el ex alcalde de Bogotá Gustavo Petro (14,3%), el ex vicepresidente Germán Vargas Lleras (12%), el ex negociador de los acuerdos de paz Humberto de la Calle (9,1%), Marta Lucía Ramírez (8,7%) e Iván Duque (8,4%).
Una de las fortalezas de Fajardo, explican los analistas, es su forma de abordar a los votantes, más pedagógica que la de los otros aspirantes a la presidencia.
"Es un candidato que está dando clase, que te esta explicando de dónde vienen los problemas del país y cómo solucionarlos. Si ves en YouTube o en su cuenta de Twitter, ves que te vas a encontrar con un profesor, no con un típico político que te está haciendo un discurso o manoseando el cómo, el dónde, el cuándo y el por qué y el cómo va a ser para solucionar las cosas", explica Reyes.
En la entrevista con El País, Fajardo fija a la reconciliación y la lucha contra la corrupción como algunas de las urgencias del país. Asimismo, se muestra a favor de los acuerdos de paz. "Hay que cuidar a Colombia, que funcione. Reparando los errores cometidos. Este no es un proceso de paz para la venganza. La persona que a mí me inspira se llama Nelson Mandela", afirma.