Ha pasado más de un año desde que el baterista, Dave Lombardo, dejó Slayer en la víspera de una gira por Australia. En una entrevista concedida a PlanetMosh, disparó en contra de los miembros de la banda, sobre todo al vocalista, el chileno Tom Araya.
Sobre su salida, el ex batero del grupo Thrash Metal afirmó que "yo no pedía nada más que ser tratado equitativamente. Estoy seguro de que he cometido errores en el camino, pero mi intención no fue nunca irme. ¿Quién haría eso en la edad dorada de la banda? Donde estamos ahora me asquea. Jeff (Hanneman) no quería esto y yo tampoco".
Con respecto a las declaraciones que hizo Araya calificándolo como un simple "trabajador de la banda", Lombardo aseguró: "Es enfermizo. Me fui de la banda el 92' para estar en casa por el nacimiento de mi hijo, punto. Un concierto cambió el curso de esta banda. Tom ha olvidado la historia, se traga las historias que han sido creadas a lo largo de los años para vender entradas. Si no fuese por mí, Slayer no existiría. Yo contacté con Kerry para empezar esto, eso lo han olvidado".
Finalmente el baterista declaró que le sorprendió mucho que el chileno no asistiera al funeral de Hanneman. "Fue incómodo para mi estar ahí, por lo que estaba ocurriendo con la banda, pero de todas formas aparecí. También me chocaron las egocéntricas historias de Kerry. Ninguna de las historias describían la clase de ser humano que era Jeff", sentenció.