El domingo, Osvaldo Correa (PR) hizo una serie de gestiones para sellar el futuro de la candidatura de Alejandro Guillier. La idea del ahora ex jefe de campaña del senador era propiciar un buen clima para lo que vendría. Por eso, frenó a varios dirigentes de la disidencia de la DC que querían aparecer ese mismo domingo en el Hotel Fundador para manifestar su respaldo a la opción de Guillier tras la derrota de su abanderada, Carolina Goic. Asimismo, se dedicó a gestionar los primeros gestos que harían las candidaturas de la centroizquierda hacia el ahora único abanderado del oficialismo. Hoy, Correa -fuera de la primera línea del comando- analiza el rediseño de la campaña, cuestiona la marginación del PC de la primera línea del nuevo equipo y hace una evaluación de su gestión y los desafíos que vienen.
¿Cuál es la visión que tiene usted de la decisión del candidato?
La decisión que tomó el candidato es acertada, correcta. La experiencia siempre nos ha indicado que cuando un candidato logra pasar a una segunda vuelta tiene que haber un fortalecimiento de los equipos. Que se haya nombrado una línea de vocerías nacionales encabezadas por Álvaro Elizalde, y además asignándole la condición de jefe de campaña, es una cosa súper positiva en mi opinión, toda vez que Álvaro fue electo senador con una muy buena votación. Además, preside un partido, y el partido que mejor resultados electorales tuvo en la centroizquierda. Creo que ahí se articuló una buena fórmula, un nuevo diseño que puede fortalecer mucho el trabajo que se hizo en primera vuelta.
En el PC se hace una lectura distinta. Dicen que no se entiende por qué se elige a estas figuras sin incorporar a alguien más relevante del comunismo, siendo que la elección lo que revela es que Guillier debiese ir hacia la izquierda y no hacia el centro o hacia figuras de la Nueva Mayoría…
Sin desmerecer los méritos de quienes hoy integran ese equipo de voceros o voceras nacionales, donde están Yasna Provoste, Marcela Hernando, Roxana Pey, Ximena Órdenes, que su rol viste y fortalece mucho la impronta del candidato, efectivamente eché de menos nombres como Karol Cariola y Camila Vallejo, que independiente de su condición de ser del PC, representan también una nueva forma de hacer política, que tuvieron excelentes resultados el domingo y que, además, grafica más o menos el estado en que el país está hoy. Espero que lo que ayer (martes) se comunicó no sea el diseño final y que estas dos figuras cumplan un rol importante en el comando, toda vez que en mi humilde opinión son un verdadero aporte.
¿Fue un error marginar al PC de la primera línea?
Los equipos permanentemente se están fortaleciendo y complementando, y no creo que ésta vaya a ser la excepción, particularmente cuando lo que vimos ayer (martes) fue parte de un equipo que viene a fortalecer a un equipo que ya hizo una tarea... No están construyendo de la nada. Están partiendo sobre un piso, piso que, para que seamos francos, muchos cuestionaron y dudaron que se pudiera cumplir.
Guillier optó por no entregarle un rol formal a Sergio Bitar, justo cuando ha habido críticas del oficialismo y del Frente Amplio sobre su figura. Lo mismo con casos como el de Harold Correa y personeros que no generan confianza, además de esta idea de la renovación que Guillier quiere encarnar. ¿Cómo evalúa esto, entendiendo que también ese equipo va a seguir influyendo en esta segunda vuelta?
Guillier ha tomado una decisión correcta. Lo que no podemos obviar es que no todos tuvieron la capacidad de leer lo que en el país estaba pasando. Había personas que no lograron entender nunca lo que pasó, y cuando uno parte de un elemento errado, la conclusión siempre va a ser negativa. El país ha cambiado. No es el mismo de hace 20 años. Sin duda, la otrora Concertación le entregó mucho al país, pero la forma de hacer política en esa época ya no se condice con los actuales tiempos… Siento que esa visión que pudieron haber tenido algunos representantes emblemáticos de la otrora Concertación, no todos afortunadamente, se quedaron pegados en el tiempo por decirlo de alguna manera. Figuras como Guido Girardi, Carlos Montes, (Juan Pablo) Letelier, son personas que han leído lo que está pasando y se han ido adecuando, actualizando y teniendo una mirada de futuro distinta.
¿Cree que no todos han leído bien las señales que entrega la ciudadanía?
No entender el mensaje que la ciudadanía -no de ahora, de hace mucho- viene transmitiendo, desafortunadamente es no entender nada. En la elección del año 2010 el resultado nos indicó que la forma como se estaban haciendo las cosas no era la indicada, y la ciudadanía lo castigó. Luego, la elección de 2013, que entre comillas instaló la figura de Michelle Bachelet como una gran figura y eso matizó quizás la lectura que no todo el mundo estaba haciendo. Pero el año pasado en la elección municipal claramente había que sacar una conclusión de eso, y lo que ocurrió hoy día es fi nalmente ya el estado presencial de qué es lo que está pasando en Chile. Entonces, insistir en estas dinámicas de formas de hacer política que la gente ya no comparte, insistir en la lógica restauradora de la Concertación, francamente es un despropósito. Hoy día la gente no quiere nada con esas formas de hacer política en una cocina con un cucharón en la mano. Lo que la gente quiere es que la política se haga con la ciudadanía y no a espaldas de la ciudadanía, que no se haga entre cuatro paredes, sino que se haga a vista y presencia de todo el mundo.
¿Y usted cree que Bitar no representa esa lógica restauradora de la que habla usted?
Puedo tener diferencias con Sergio Bitar, sin duda las tengo.
Las tuvo Carlos Montes también, Guido Girardi…
Puedo tener diferencias con Bitar, me adscribo a aquellos que creen que el país cambió y que lo que la gente requiere hoy es avanzar en reformas estructurales, que la Presidenta Michelle Bachelet leyó muy bien. Y en ese marco, al menos como coordinador de la campaña en la primera etapa, si hay algo que me deja relativamente tranquilo es que fuimos capaces de leer eso.