El exdictador guatemalteco Efraín Ríos Montt negó este jueves haber ordenado masacres de indígenas durante su régimen entre 1982 y 1983, al tomar la palabra por primera vez en el histórico juicio que se le sigue por genocidio, en la fase final del proceso.

"Me declaro inocente, nunca he tenido la intención, el propósito de destruir a ninguna etnia nacional (...). No soy genocida", dijo Ríos Montt ante el Tribunal Primero de Mayor Riesgo A, presidido por la jueza Jazmín Barrios que lleva el caso.

Sentado en el banquillo de los acusados, Ríos Montt, de traje oscuro, rechazó la acusación de haber autorizado planes militares para eliminar a grupos étnicos y dijo que, como jefe de Estado, no tenía el control directo de los soldados que operaban en las regiones indígenas.

"Nunca autoricé, nunca firmé, nunca ordené que se atentara contra una raza, una etnia o una religión. ¡Nunca lo hice!", subrayó el general retirado, asediado por una batería de fotógrafos y camarógrafos.

Ríos Montt y su exjefe de inteligencia militar, José Rodríguez, son juzgados desde el pasado 19 de marzo, acusados de la masacre a manos del ejército de 1.771 indígenas mayas-ixiles durante su régimen entre 1982 y 1983.

Al iniciarse la fase final del juicio el miércoles, el fiscal Orlando López solicitó una condena de 75 años de prisión para cada uno de los acusados.

Durante su intervención de 50 minutos, el exdictador también acusó a la ex guerrillera Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) de ser la responsable de las violaciones de los derechos humanos contra la población civil durante la guerra que sufrió Guatemala (1960-1996).

"Mi ocupación de jefe de Estado fue específicamente para retomar el rumbo de la nación que ya estaba en la borda. Guatemala estaba en el fracaso y (...) la guerrilla en las puertas del Palacio", agregó.

Poco antes de finalizar la audiencia, Ríos Montt habló por segunda vez y apeló a la "inteligencia y madurez" del tribunal para emitir una sentencia apegada a la ley.

"El tribunal escuchó a las partes y yo considero que tiene la suficiente inteligencia (...) la nación merece precisamente admirar el respeto que los tribunales tienen para impartir su justicia", afirmó.

Por su lado, el abogado defensor de Ríos Montt, Francisco García, exigió al tribunal la "absolución total" de su defendido por los cargos que se le imputan al afirmar que su cliente "jamás planificó (...) o ejecutó un plan destinado a eliminar al grupo étnico maya-ixil".