Ex director por 10 años de la oficina del diario británico Financial Times en Beijing, el periodista australiano Richard McGregor conoció de cerca los engranajes del régimen comunista. Esta experiencia le permitió escribir El Partido: los secretos de los líderes chinos, considerado uno de los mejores libros sobre el funcionamiento del Partido Comunista de China (PCCh) y de la nueva China. De hecho, la revista The Economist lo incluyó en su selección de las obras más destacadas de 2010. Tras el cierre del XIX Congreso Nacional del PCCh, McGregor analiza en esta entrevista con La Tercera la "nueva era" que se abre para el gigante asiático de cara al segundo mandato de Xi Jinping.

¿Qué podría decirnos el XIX Congreso del PCCh sobre China?

El Congreso exhibe una China que es más poderosa y más segura de lo que quizás haya sido durante dos siglos. Hay dos razones para esto: la primera es que el liderazgo cree que ha estabilizado la economía después de una breve crisis en los mercados hace dos años, y ha devuelto al país a un crecimiento saludable. Su confianza está arriba. La segunda es la inestabilidad en Occidente, especialmente en Estados Unidos, pero también en Reino Unido y Europa. China, en cambio, política y económicamente, está funcionando a toda máquina.

¿Qué significará la reorganización del liderazgo de China para la política económica?

Es difícil de decir hasta que veamos la nueva alineación, pero ésta es de hecho la pregunta clave. El destino del partido gobernante depende de la salud continua de la economía. La capacidad del partido para mantener la legitimidad en el país y proyectar el poder en el exterior depende de la salud de la economía y la sustentabilidad de su modelo, y de las reformas a este. Por el momento, el crecimiento sigue siendo demasiado dependiente de la deuda. No hay signos de ningún cambio fundamental. Xi Jinping, lejos de instituir más reformas de mercado, está intensificando los esfuerzos para afianzar el modelo híbrido de China, en el que la política y la economía se fusionarán en una sola arena.

¿Cuál es la dirección política de China para los próximos cinco años?

Por el momento, más de lo mismo. China, como muchos otros países, tiene cierto margen de maniobra para presionar por el cambio, debido a la flotabilidad general de la economía global. Eso puede inducir un grado de complacencia, en el sistema chino, como en otros países. Pero veo un pequeño cambio en el camino que siguen: un fuerte crecimiento basado en el aumento de la deuda. Una crisis financiera de algún tipo seguirá inevitablemente. Una cosa a ver es la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda, los planes de China para construir su modelo de economía en su interior eurasiático. Incluso si hacen la mitad de lo que han dicho que harán, esto tendrá un impacto marcado en las economías de la región. Pakistán es el lugar para mirar al principio. Y la inversión de China en Pakistán ejercerá más presión sobre las relaciones con India.

¿Xi está planeando un tercer mandato?

Es muy temprano para decirlo. La primera indicación será el cierre del Congreso del Partido cuando veamos a los nuevos líderes en su orden de antigüedad. La nueva jerarquía será el mejor indicador de quién está bien situado para sucederlo o si hay alguien en la fila. Además, debemos recordar que pueden pasar muchas cosas en cinco años. Xi no será todopoderoso para siempre.

La revista The Economist definió a Xi como el hombre más poderoso del mundo. ¿Está de acuerdo? ¿Lo ha logrado por su propio mérito o por la incapacidad de su par de EE.UU., Donald Trump?

Por el momento, esta declaración es verdadera. Xi es el líder chino más disciplinado y más poderoso en una generación. Trump, por el contrario, es el más indisciplinado y, a juzgar por su historial en el Congreso, un Presidente ineficaz durante mucho tiempo. Es un contraste severo y deprimente.

¿El personalismo de Xi ha generado críticas en el PCCh? ¿Afecta esto al sistema de liderazgo colectivo del partido?

Xi, por el momento, ha dejado de lado al liderazgo colectivo. Pero creo que es verdad que ha generado una gran cantidad de enemigos. Creo que en algún momento eso volverá para atormentarlo. Él ha alienado a muchas personas ricas y poderosas y ha destruido sus fortunas familiares acumuladas durante generaciones. Tales eventos no ocurren en el vacío.

¿Xi está tratando de ponerse a la par con Mao y Deng?

Sí. La elevación del pensamiento de "Xi Jinping" significa que ahora está a la par con Mao y Deng en el panteón de los grandes líderes chinos. Eso no lo convierte en un maoísta. Vivimos en tiempos diferentes.