En tres años, la familia Macaya vendió sus negocios de conservas de productos del mar y salmones. En 2004 traspasó su participación en los negocios de conservas de productos del mar y en 2007, la salmonera. Los Macaya desarrollaban estos negocios con la marca Robinson Crusoe: la que aún poseen, pero para otras actividades. Ahora están de regreso a las actividades empresariales. En el sur y al aire libre.
Hace un mes, la familia Macaya compró a una empresa francesa el 82% de la propiedad de Hielo Sur, compañía que realiza viajes turísticos en barco en la zona de Villa O'Higgins, al glaciar del mismo nombre en los Campos de Hielo Sur, en una de las zonas aún más inexploradas de la patagonia, en el extremo sur de la carretera austral, XI Región.
Arnoldo Macaya presidirá la firma y su hijo Alejandro será el gerente general. Además, sumaron a la propiedad a sus históricos socios, Helmuth Stehr -ex accionista de constructora Delta- y Claudio González. Junto con ellos, participan del negocio el empresario argentino Jorge Inzúa y el arquitecto y conocedor del sector, Fabio Stingo.
Este es el primer paso en su incursión en este tipo de actividades, pero Macaya hijo adelanta que están mirando la posibilidad de ir más allá. Hoy poseen un barco con capacidad para 60 personas, que realiza viajes por un día al glaciar O'Higgins (de tres kilómetros de ancho, el cuarto más grande de Sudamérica, incluso mayor al de la Laguna San Rafael), y en un año más esperan tener operando un segundo barco, con el doble de capacidad, que requerirá una inversión cercana a US$ 3 millones. Esta temporada (enero-febero), planean superar los 1.500 clientes y en la próxima pasar de los 5.000.
A esto piensan agregar un lodge en la Península del Lago Chico, en el Lago O'Higgins, con vista al glaciar, donde pretenden instalar el centro de operaciones del negocio.
Además, evalúan la posibilidad de instalarse en otras zonas del sur de Chile, aunque Arnoldo Macaya prefiere guardar reserva sobre esos planes. Lo que sí está claro es la idea de extender su influencia en estos circuitos turísticos por el corredor patagónico, que permite cruzar a Argentina, a la zona de El Calafate, que atrae 150 mil turistas al año.
Por otro lado, evalúan invertir en otras áreas de negocios, desde rubros como gastronomía e inmobiliaria hasta energía.