Más de un factor en común tienen los ex líderes estudiantiles Rodrigo Rivera, vocero de la Cones en 2011 y José Soto, presidente del Instituto Nacional en el mismo periodo. Este año, ambos obtuvieron 818 puntos en el test de Historia en la PSU, quieren estudiar en un plantel tradicional y apuestan por desmitificar que los secundarios marchaban sólo para perder clases.
"Aquí por más que no han tratado de desvirtuar las cosas, de que queremos capear clases, el compromiso está con la educación y este es un ejemplo", aseguró Rivera, quien fue puntaje regional de Copiapó en la prueba de Historia.
"Los que nos trataron de inútiles subversivos, ahora sólo nos pueden tratar de subversivos", se jactó el ex dirigente reconociendo que "somos unos privilegiados, una pequeña isla en un gran mar que está en la tempestad y que tenemos la responsabilidad de hacernos cargo".
Para Soto, las movilizaciones y las clases no van en la misma línea. "Una cosa no significa la otra, son prejuicios con malas intenciones y espero que no haya mucha aceptación", aseguró.
"Hablemos de temas serios. Si hay una autoridad que utilice la pérdida de clases como argumento, me parece pobre, sin sustento", aseguró el ex secundario, señalando que "el Instituto Nacional me permitió tener el puntaje que tengo, pero la educación no puede basarse en un puntaje".
CRITICA A LA PSU
El ex pingüino egresado de un colegio particular subvencionado es tajante respecto a la Prueba de Selección Universitaria. "No nos mareamos con las cifras, la PSU no mide las capacidades", afirmó.
Su par del Instituto Nacional comparte la opinión. "Es súper claro que la PSU no es un buen medidor de conocimientos, aún cuando hayan buenos o malos puntajes. De hecho, muchos de nosotros piensa que la PSU mide origen socioeconómico y no capacidades", agregó Soto.
"Yo tuve el privilegio de estudiar en un colegio emblemático, pero que vergüenza es que hayan chicos que estén destinados por la cuna. Eso es parte del proceso de la PSU y que las autoridades no han querido modificar", agregó.
DERECHO Y LICENCITURA EN HISTORIA
Rivera tiene el panorama claro. Se irá a Valparaíso y estudiará Derecho, aunque aún no sabe en qué institución. Soto, en tanto, optará por Licenciatura en Historia en la Universidad de Chile, aunque reconoció que debe ver otras carreras. "Recién estoy entrando en el tema de la postulación", afirmó.
SEGUIREMOS MARCHANDO
"Voy a seguir participando, no sé desde que puesto, pero participaré". Así Soto responde a su vinculación con el movimiento estudiantil. Si bien ambos dirigentes abandonaron sus cargos como representantes de los pingüinos, los dos quieren continuar al 100% del lado del movimiento por la educación. "Donde podamos apoyar, vamos a estar trabajando, proponiendo y marchando", recalcó Rivera.
Consultados sobre posibles ofertas desde los planteles de educación superior, ambos descartaron haber sido contactados para beneficios o becas. Sin embargo, Soto aprovechó de advertir sobre estas posibilidades. "No hay que dejarse estafar por las universidades privadas, hay que tener cuidado de que no nos roben. Esas llamadas son muy parecidas a la que los delincuentes hacen desde la cárcel. Esa es la homologación que hago".