El ex ministro Emmanuel Macron lanzó el miércoles su campaña por la presidencia de Francia y su llegada al escenario electoral amenaza con restarle votos a los principales candidatos, en una carrera cerrada donde los sondeos de opinión apuntan a un fuerte desempeño de la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen.
El ex banquero de inversión de 38 años, que hasta principios de este año fue ministro de Economía del presidente socialista Francois Hollande, competirá como independiente en las elecciones del próximo año.
A pesar de no tener oficina electoral o maquinaria partidista que lo respalde, es visto como un adversario para algunos de los votos del aspirante conservador Alain Juppe, el favorito actual para ganar la presidencia, que luchará para obtener la nominación de la centroderecha en una primaria presidencial que comienza este domingo.
En el lanzamiento de su campaña en el noreste de París, Macron dijo que deseaba sacar a Francia de "la política basada en clanes". "He sido testigo desde adentro del vacío de nuestro sistema político", dijo.
Sostuvo que la mejor manera que tiene Francia para manejar la globalización era mediante vínculos más cercanos con el resto de Europa, en contraste con las políticas más radicales de otros contendores.
Juppe ha ubicado hasta ahora su campaña en el centro del espectro ideológico, a la izquierda de su principal competidor para encabezar la propuesta de centro-derecha, Nicolas Sarkozy, quien ha intentado superar este eje con una estrategia populista.
Las elecciones presidenciales francesas serán el próximo año. La primera vuelta se realiza el 23 de abril y, en caso de ser necesario, una segunda vuelta el 7 de mayo, donde se elegirá al Presidente de Francia que gobernará por cinco años.