Fue el 13 de octubre del año pasado cuando Jaime Castillo Petruzzi, ex miembro del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y también dirigente del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), retornó a Chile, proveniente desde Perú, donde cumplió condena de 23 años en distintas prisiones por delitos terroristas.
Desde ese día, Castillo inició una vida en Chile, donde no ha dejado de participar de distintas instancias sociales y políticas. La última, la cual ha llamado la atención de los organismos de inteligencia, fue hace dos semanas, cuando adhirió a una carta entregada en La Moneda, dirigida a la Presidenta Michelle Bachelet.
En la misiva, redactada por familiares y amigos de Mauricio Hernández Norambuena, ex miembro de la cúpula del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) condenado por el caso Guzmán, piden la liberación y el retorno a Chile del también conocido como "comandante Ramiro". Él está cumpliendo una condena de 30 años por el secuestro del publicista Washington Olivetto, en 2001.
Castillo aparece como una de las personas que adhieren a la misiva, la cual fue entregada en el Palacio de La Moneda, y señala, entre otras cosas, que "Mauricio (Hernández) debe permanecer en el calabozo 23 horas diarias, sin contacto con otros reos, y con una hora diaria para salir a un pequeño patio y tomar algo de sol. El carecer de acceso a radio, televisión y medios de información hace que su aislamiento con el mundo exterior sea casi total".
En base a estos argumentos, en el texto se pide a la Presidenta que ponga en "práctica sus altos oficios e importantes gestiones como mandataria, aun cuando asistimos a las postrimerías de su mandato presidencial, tal vez, invitándola a dejar huellas y avances en materia de derechos humanos que posibiliten cerrar un ciclo. Efectivamente, el concretar finalmente la libertad de Mauricio Hernández posibilitaría, a nuestro juicio, uno de los tantos reencuentros necesarios entre los chilenos que aún está pendiente".
Consultado Castillo sobre la misiva, señaló que "yo vivi una situación similar por 23 años, entonces, obviamente lo primero es solidarizar con su situación y la de su familia". Sobre su participación en distintos actos públicos, como foros en universidades y también en aniversarios del MIR, dijo que "donde me invitan, voy. Me considero un militante activo por la lucha por los derechos humanos y por dar satisfacción a los compañeros".
En tanto, la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, dijo que le parecía "insólito. Acá hubo un asesinato a un senador en plena democracia. Eso en todas partes es terrorismo, por lo que llama la atención que traten de hacer presiones políticas para lograr su libertad, y más descabellado aún es pensar que adhieran en estos requerimientos personas de estos grupos (como Castillo). Esto de verdad es del mundo de la impunidad total, donde la justicia no pareciera importar".