El expresidente estadounidense George W. Bush criticó en una reunión con donantes judíos en Las Vegas (EE.UU.) la política de su sucesor en la Casa Blanca, Barack Obama, hacia Irán y la lucha contra el Estado Islámico (EI), según recogen hoy varios medios citando a algunos de los asistentes al encuentro.
Bush apenas ha opinado sobre política exterior desde que salió de la Casa Blanca a comienzos de 2009, por lo que estas críticas, pronunciadas el sábado por la noche en ese encuentro con cientos de donantes judíos, son de las más duras hasta la fecha sobre la labor de su sucesor.
De acuerdo con el diario The Washington Post, el expresidente dijo que EE.UU. no debería levantar las sanciones contra Irán hasta que este país desmantele su programa nuclear, y dejó entrever sus reservas sobre el acuerdo preliminar alcanzado entre las potencias del G5+1 y Teherán en Lausana (Suiza).
Uno de los asistentes a la reunión en Las Vegas contó bajo anonimato al periódico que Bush calificó de "absurdo" pensar que se puedan eliminar ciertas sanciones y, si Irán no cumple con su parte del acuerdo, restablecerlas después.
Según el acuerdo anunciado en Lausana (Suiza) el pasado 2 de abril y del que no existe un versión oficial, Irán aceptaría controles y limitaciones de diferente duración -entre 10 y 25 años- sobre su programa nuclear a cambio del fin de las sanciones.
Sin embargo, tras este anuncio, tanto Irán como los países occidentales del Grupo 5+1 (que integran Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido, China y Alemania) han diferido sobre cómo sería ese fin de las sanciones.
Desde el principio de la negociación, Irán exige que el fin de las sanciones sea automático e integral una vez que se apruebe el acuerdo, mientras que la otra parte señala que deberá hacerse de forma gradual en función del cumplimiento que Teherán haga del pacto.
Por otro lado, sobre la lucha contra los yihadistas del EI, Bush citó al senador republicano Lindsey Graham y su declaración acerca de que la retirada total de las tropas estadounidenses de Irak fue "un error estratégico", según publica The New York Times.
Bush también habló sobre la candidatura presidencial de su hermano, el exgobernador de Florida Jeb Bush, que se da por hecho a falta del anuncio oficial.
El exmandatario describió a su hermano como alguien cualificado para ser presidente, pero a la vez sostuvo que los ciudadanos "no quieren dinastías en Estados Unidos", de acuerdo con el relato de una de las asistentes a The New York Times.