El ex Presidente de Túnez Zine el Abidine ben Ali y su esposa, Leila Trabelsi , fueron condenados en ausencia a 35 años de cárcel por hurto y apropiación de fondos públicos.

Junto a esto la Corte les aplicó una multa de 91 millones de dinares tunecinos (65 millones de dólares). La sentencia se conoció tras una jornada de deliberación en un tribunal de primera instancia, repleto de abogados, periodistas y espectadores, en un clima de al ta tensión.

El juez anunció además que el veredicto sobre otras acusaciones relativas a la posesión ilegal de drogas y armas será pronunciado el 30 de junio próximo.

Ben Ali, su esposa y dos hijos viven desde enero pasado en Jedda, Arabia Saudita, donde llegó tras ser derrocado. El de hoy fue el primero de una larga serie de procesos ante  la justicia penal y militar contra el derrocado mandatario, cuyo caída a inicios de 2011 desató una serie de revueltas en el mundo árabe. Incluso, arriesgaba a ser condenado al fusilamiento por un tribunal militar.

El presidente del Tribunal, Touhami Hafi, leyó los cargos, que involucran el origen de dinero, joyas, armas y drogas encontrados en los dos palacios donde la "familia real" vivía habitualmente, en Sidi Drhif y Cartago.  

Uno de los defensores de Ben Ali, Abdesattar Massoudi, que integra un equipo en su mayoría de abogados de oficio, había pedido la postergación del proceso para tener tiempo de leer los  documentos del juicio, pero fue desestimado. Massoudi dijo que, el tribunal debía dar prueba de mayor  "diplomacia" para convencer a Ben Ali a que declare.

La defensa también argumentó que el depuesto mandatario abandonó el país tras ser engañado, luego que miembros de seguridad le comunicaran un supesto complot para asesinarlo, lo cual obligaba a su salida del país.

Ben Ali negó tener alguna cuenta bancaria fuera de  Túnez, "ni en Suiza, ni en Austria, ni en ningún otro país". Según el ex mandatario, las joyas de su esposa no son otra  cosa que "regalos oficiales" de jefes de Estado extranjeros. Afirmó además que el equivalente a los 27 millones de  euros (38 millones de dólares) descubiertos en su palacio son fruto de una "puesta en  escena" para "mostrar que el presidente puso sus manos en bienes  públicos".

Durante la represión policial que comenzó tras el suicidio de  un joven comerciante ambulante de Sidi Bouzid, se estima que  murieron alrededor de 300 personas. El abogado francés de Ben Ali, Jean-Yves Le Borgne, calificó  hoy el juicio como un "acto de liquidación política" y una  "payasada judicial".