El ex presidente peruano Alberto Fujimori apelará la decisión de la justicia chilena de ampliar los cargos por los cuales lo  extraditó a Perú el 2007, para que también se le procese por el delito de peculado, anunció el martes su abogado César Nakazaki.

"Vamos a ver como termina la extradición ya que esta sería la tercera petición ampliada" que se concede, declaró Nakazaki al canal N de televisión tras confirmar que apelará la decisión de la justicia chilena.

El abogado recordó que las "dos peticiones anteriores fueron rechazadas y  confiamos en que en esta también se nos dará la razón".

La defensa de Fujimori no precisó cuando entregará la apelación, pero  explicó que una vez admitida a trámite en la justicia peruana, será remitida a  la Corte Suprema de Chile para que ésta tome una decisión final. 

El 20 de septiembre pasado María Eugenia Sandoval Gouet, jueza de la Corte Suprema, accedió a ampliar los cargos al ex presidente peruano para que  se le juzgue por nuevos delitos contra la administración pública.

Según el fallo de Sandoval, Fujimori debe ser juzgado en Perú por su "conocimiento" del desvío de unos 46 millones de dólares que eran destinados a  las Fuerzas Armadas de su país, pero que habrían servido para "refinanciar su  campaña de reelección presidencial para el período 2000-2005". 

Parte de ese monto fue entregado a medios de prensa escrita peruanos, especialmente publicaciones sensacionalistas conocidas en el país como "prensa  chicha".

Los nuevos delitos se suman a los crímenes de violación de los derechos humanos y corrupción por los que Fujimori fue extraditado el 2007 y procesado  en Perú, y por los que cumple actualmente una condena de 25 años de cárcel. 

Fujimori, de 74 años, se encuentra actualmente hospitalizado para una  evaluación por la leucoplasia que sufre en la lengua.

La decisión judicial chilena se basa en normas bilaterales de extradición entre Perú y Chile, que indican que para ampliar los cargos por los que el ex mandatario es investigado en Lima, Perú, tiene que tener autorización de la justicia chilena que concedió la extradición.

Fujimori había arribado por sorpresa a Santiago en noviembre de 2005  proveniente de Japón, donde pasó cinco años tras renunciar a la Presidencia de  su país en 2000.