El ex Presidente de Israel, Moshe Katsav (66), ingresó hoy en la cárcel de Maassiahu (al este de Tel Aviv) donde cumplirá una condena de siete años, tras haber sido hallado culpable de violación.
Antes de dejar su casa, Katsav reiteró que fue condenado injustamente y acusó al sistema judicial israelí de haber ordenado de modo arbitrario "la sepultura de un hombre vivo".
"En Israel se manda a un hombre a la muerte, sin pruebas en su contra, sólo sobre la base de impresiones", dijo Katsav a la prensa al salir de su casa en Kiryat Malachi (Neguev).
"Un día la verdad saldrá a la luz. Llegará ese día, no sé decir cuando, si yo estaré o si yo no estaré más...", agregó el ex mandatario, que fue hallado culpable de violación a una ex colaboradora, cuando a fines de los años 90 era ministro de Turismo.
Katsav permanecerá en un ala del penal destinada a presos pertenecientes al sector religioso y sometido inicialmente a extrema vigilancia ante el temor de que pueda suicidarse.
El que fuera jefe del Estado de Israel entre 2000 y 2007 también fue sentenciado en marzo a cumplir dos años de libertad condicional y a pagar 100.000 shekels (unos 20.000 euros o 28.300 dólares) a una de las mujeres que violó.