El ex Presidente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, compareció hoy por primera vez ante la Corte Penal Internacional (CPI), tras ser extraditado la semana pasada por su país y donde enfrenta cargos por crímenes de lesa humanidad que se le imputan, y que presuntamente fueron cometidos durante la violencia postelectoral tras los comicios de noviembre de 2010 en su país y que causaron hasta 3.000 muertos.
Gbagbo, el primer ex jefe de Estado que comparece ante la CPI, se quejó de falta de información en su traslado a La Haya. "Me dijeron que me llevaban a Abiyán y después me di cuenta de que íbamos al aeropuerto, escoltados por la policía", declaró ante los magistrados. También pidió que "se tomen medidas para asegurarse de que esto no vuelva a ocurrir en un futuro", y consideró que "hay que hacer las cosas de un modo normal".
"No hace falta jugar al escondite", sentenció de modo sereno. Vestido con un traje oscuro, Gbagbo se quejó además de las condiciones en las que fue detenido en febrero por tropas francesas, que, según dijo, "asediaron" su residencia. "Tuve que ver morir a mi ministro del Interior, ver cómo pegaban a mi hijo (...) y luego me encarcelaron en un lugar sin poder ver el sol ni poder salir al exterior", denunció.
"Simplemente intento describir en qué tipo de prisión estaba, sin sol, sin poder caminar, con lo que empeoró mi estado de salud", describió ante los jueces.
Tras agradecer que le hayan facilitado en La Haya medicación para los dolores de "hombro y articulaciones" que padece, aseguró que la prisión de la CPI "ofrece las condiciones normales para un ser humano".
Sin pedir que se le leyesen de nuevo las alegaciones en su contra, Gbagbo, se mostró en general amable y colaborador con los jueces, que establecieron para el próximo 18 de junio el inicio de las vistas de confirmación de cargos en su caso.
La Fiscalía de la CPI acusa a Gbagbo de cuatro cargos de crímenes de lesa humanidad, entre los que se encuentran violaciones, asesinatos y persecuciones dirigidos contra los partidarios del candidato opositor y vencedor de las elecciones, Alessane Ouattara.
Esos delitos se habrían cometidos por las fuerzas leales a Gbagbo entre el 16 de diciembre de 2010 y el 12 de abril de 2011, en el contexto de la violencia postelectoral en Costa de Marfil, que se prolongó durante medio año.