La presentación en Medellín de su libro "No hay causa perdida", sirvió al ex Presidente de Colombia, Alvaro Uribe para lanzar sus dardos contra el proceso de diálogo de paz iniciado hoy entre las Farc y el gobierno de Juan Manuel Santos en Oslo.
Uribe dijo que cuando empezó su gobierno "las Farc tenían cerca de 30 mil integrantes, 20 mil en armas y 10 mil milicianos. Cuando terminamos quedaban 6.800. Hoy las fuentes de inteligencia hablan que ahora son entre 8 y 9.000 mil. Han crecido. Hoy hay más extorsión y tendencias de control territorial por parte de grupos terroristas", según cita el diario El Tiempo en su página web.
Agregó que si el gobierno de Santos hubiera continuado con la política de desarticulación que el comenzó, que comprendía la seguridad, la reinserción generosa pero sin impunidad, y la política social, la guerrilla no debería haber crecido en los últimos dos años, apunta el diario.
Fustigó de igual forma que el Ejecutivo haya iniciado los diálogos sin exigir a la "organización terrorista el cese de sus actividades criminales".
"Los europeos no entienden, pero nosotros no podemos aceptar lo que ocurrió en algunos países centroamericanos, donde le perdonaron todo a la guerrilla y los llevaron al Parlamento. En esos lugares la guerrilla no era narcotraficante, y había una democracia imperfecta, y por eso tenían legitimidad. Aquí hemos tenido una democracia respetable", sostuvo.
En esta línea Uribe sostuvo compartir "que haya condenas reducidas, o excarcelación, pero se deben mantener las condenas, las sentencias. Es aceptable porque son sacrificios que debe hacer la justicia en aras de la paz. Pero el marco para la paz dice que se investigaran unos delitos y otros no. Es diferente cuando son delitos políticos, pero las violaciones al derecho humanitario no deben quedar impunes".
Paralelamente según informó Radio caracol, Uribe criticó los dichos del jefe negociador de la guerrilla Ivan Márquez quien sostuvo que los hijos del ex mandatario tienen tierras en una zona colombiana.
"El secuestrador vuelve y miente; mi familia no tiene un centímetro de tierra en los Llanos Orientales; toda nuestra empresa agropecuaria es en el Ubérrimo, en Córdoba. Esto es lo que han hecho estos secuestradores toda la vida: maltratar al pueblo colombiano, calumniar y hacer la apología del delito, la apología del secuestro a partir de la calumnia", apuntó.