Cuando la semana pasada el Presidente colombiano, Juan Manuel Santos, nombró al ex mandatario César Gaviria (1990-1994) como jefe de campaña, quedó de manifiesto una tendencia que se ha expresado en las campañas de los principales candidatos que se presentan en las elecciones del domingo: la presencia de los ex jefes de Estado en el trabajo junto con los aspirantes a la Casa de Nariño.
En esta "tendencia" juega un rol clave Alvaro Uribe (2002-2010), quien está detrás de la campaña de Oscar Iván Zuluaga, del Centro Democrático. Incluso, Andrés Pastrana ha manifestado su apoyo a Marta Lucía Ramírez, del Partido Conservador (ver entrevista).
Según la revista Semana, la llegada de Gaviria surgió cuando al interior del "santismo" se buscaba a un líder que equilibrara la balanza hacia el lado del presidente, debido al alza de las últimas encuestas del candidato "uribista". Un sondeo realizado por Ipsos reveló que Zuluaga se empinaba en las preferencias con 29,5% de intención de voto sobre Santos, que tenía un 28,5%.
Ante este panorama, el equipo de Santos le explicó al mandatario que "necesitaban una persona con carisma, liderazgo y fortaleza en la plaza pública". Es decir, "un ex presidente que pudiera darle lidia (pelea) a otro ex presidente", dijo al semanario una persona cercana a esa trama.
"La presencia de Gaviria es bienvenida, no sólo porque refuerza y unifica la presencia liberal en la campaña, sino porque constituye una buena decisión boxística enfrentar el peso pesado de Uribe con otro peso pesado, que es Gaviria. Por supuesto, Santos no ha sido ni será el Zuluaga de Gaviria", dijo, en una entrevista con el diario El Tiempo, el también ex mandatario Ernesto Samper, quien está vinculado a la campaña de Santos.
La fortaleza de Uribe radica en su buena imagen entre los colombianos, quienes, a cuatro años de que éste haya dejado el poder, le siguen otorgando una positiva imagen y una gran influencia.
"Sé que hay muchas cosas que no hizo bien, pero Uribe trajo tranquilidad a Colombia. Gracias a él dejamos de ser ignorados internacionalmente, él tiene berraquera (fuerza)", comenta a La Tercera la taxista Ana Valencia.
Uribe "regresó" a la política en marzo, cuando fue electo senador por su nuevo partido, Centro Democrático, que consiguió 20 escaños en el Parlamento, lo que le dio la suficiente fuerza para hacer un contrapeso al oficialismo. De hecho, la última encuesta de Cifras y Conceptos reveló que el 50% de los colombianos tiene una imagen positiva de Uribe. "Lo que sucede en el caso colombiano es que los ex presidentes tienden a ser bastante beligerantes. Los ex presidentes no pasan a jubilarse, sino que son muy activos. Pero el único que logra conservar unos índices fuera de lo común es Uribe. Es el único presidente que puede influir", dijo a La Tercera el analista Vicente Torrijos. "Ni Pastrana ni Samper ni Gaviria gozan de la aceptación popular que tiene Uribe", concluye este experto.