La ex primera dama de Perú, Nadine Heredia, regresó esta mañana a su país desde Roma, luego de que un juez que la investiga por presunto lavado de activos se lo ordenara.

La esposa de Ollanta Humala se encontraba en Italia preparándose para el cargo de jefa de la Oficina de Enlace de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cargo que no podrá asumir por el momento según informó ayer el organismo.

A su regreso, Heredia acusó la existencia de una presión de grupos políticos que es "muy evidente". Según consigna el diario El Comercio, la ex primera dama señaló que "lo que me parece es que ha sido un exceso la reacción del gobierno con respecto a la FAO. Un exceso que no ha sucedido jamás, porque el Perú es parte de la ONU".

"Vemos una medida de presión política muy evidente, es un tema bastante politizado, pero no obstante tengo sobre todo el derecho al trabajo que tiene cualquier ciudadano", agregó.

Así, añadió que "la presión política no puede influenciar ni en nuestros jueces ni en nuestros fiscales. Yo no me estoy fugando, tengo un trabajo, un lugar ubicable, todos conocen que soy funcionaria de Naciones Unidas en este momento y es verdaderamente increíble la presión que los organismos del Perú, sobre todo del gobierno, para que una ciudadana peruana no tenga trabajo".

La polémica por su designación en la ONU se suscitó debido a que Heredia se encuentra en medio de un proceso judicial por el presunto delito de lavado de activos por una supuesta financiación irregular del Partido Nacionalista Peruano durante las campañas electorales de 2006 y 2011.

Lo que se le acusa es haber recibido dinero del gobierno de Hugo Chávez para la campaña de Humala en 2006, además de las empresas brasileñas Odebrecht y OAS.