La ex primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko, que cumple una condena de siete años de cárcel por abuso de poder, se declaró hoy en huelga de hambre en prisión tras ser trasladada la semana pasada por la fuerza a una clínica para recibir tratamiento médico. La decisión la comunicó su abogado, Serguei Vlasenko, quien agregó que es "en señal de protesta contra lo que ocurre en Ucrania"
El abogado denunció que su defendida fue maltratada cuando fue trasladada el viernes de la prisión a una clínica especializada en la ciudad oriental de Jarkov, donde se negó a someterse a rehabilitación de la hernia discal que padece.
"Tiene los brazos llenos de moretones y también tiene un gran hematoma en su cuerpo, que aún es muy evidente pese a que han pasado cuatro días" desde su traslado, dijo, según consigna Efe.
Timoshenko, que no puede levantarse de la cama debido a los fuertes dolores de espalda, fue trasladada a la clínica de la compañía estatal de transporte ferroviario Ukrzaliznitsia de Jarkov contra su voluntad, según Vlasenko.
Tras negarse a recibir tratamiento médico, la ex premier fue conducida de nuevo a prisión el domingo bajo estrictas medidas de seguridad, según reconoció Raisa Moiseenko, viceministra de Sanidad ucraniana.
"El Ministerio de Sanidad y los funcionarios de prisiones reconocen que la trasladaron sin su consentimiento por escrito. Sabían que Timoshenko insistía en reunirse con sus abogados antes de comenzar el tratamiento", señala el comunicado del partido Batkivschina.
Recientemente, la carismática política recibió autorización para someterse a rehabilitación de la hernia discal que padece en una clínica de Jarkov, donde la ex primera ministra cumple desde hace varios meses su condena.
Los servicios penitenciarios tomaron esa decisión tras "estudiar las conclusiones de los médicos alemanes" que examinaron esta semana a la mujer y concluyeron que sufre hernia discal y que "tiene que estar continuamente acostada".
Debido a sus problemas de espalda, la opositora no pudo asistir la semana pasada al comienzo del segundo juicio en su contra por malversación de fondos y evasión de impuestos.
Timoshenko está acusada de endosar presuntamente al Estado ucraniano una deuda contraída por la corporación Sistemas Energéticos Unidos de Ucrania ante el Ministerio ruso de Defensa por valor de 405,5 millones de dólares.
Según las autoridades, podría ser condenada a hasta doce años de cárcel en caso de ser declarada culpable de malversación y evasión fiscal.
La opositora, quien también fue condenada el año pasado a tres años de inhabilitación para ejercer cargo público, acusa al presidente ucraniano, Victor Yanukovich, de orquestar una campaña de persecución política contra su persona y la oposición.
La Unión Europea considera que Timoshenko no ha tenido un juicio justo y ha advertido al gobierno de Yanukovich de que el tratado de asociación y de libre comercio con Ucrania no será suscrito hasta que no se solucione la situación de la opositora.