Examen de resonancia podría detectar riesgo de depresión

La investigación evaluó a 750 jóvenes universitarios entre 18 y 22 años, quienes creían estar libres de depresión o trastornos de ansiedad antes de comenzar el estudio.




El diagnóstico de la depresión y de la ansiedad no es un proceso fácil y hasta el momento no existen marcadores que permitan anticipar si una persona es propensa a este tipo de trastornos del ánimo.

Científicos de la Universidad de Duke, crearon una estrategia para predecir el riesgo que tienen las personas de padecer estos trastornos del ánimo después de haber sufrido situaciones estresantes.

La investigación dirigida por Johnna Swartz y publicada en la revista Neuron, evaluó a 750 jóvenes universitarios entre 18 y 22 años, quienes creían estar libres de depresión o trastornos de ansiedad antes de comenzar el estudio. Con un examen de resonancia magnética funcional, se escanearon los cerebros de los estudiantes al mismo tiempo que observaban imágenes de rostros enojados o que indican peligro.

Esas fotos amenazantes generalmente activan la amígdala, una estructura del cerebro en la que se alojan neuronas importantes en la detección de peligro y el recuerdo de la información negativa. Los científicos midieron la intensidad de esta activación utilizando imágenes del cerebro según se encendiera más o menos esa zona.

Según el estudio, los participantes cuyas resonancias evidenciaron una mayor actividad en su amígdala se declararon más propensos a la ansiedad o depresión frente a algún suceso estresante, resultado que no sólo se registró en el corto plazo sino que hasta cuatro años después de iniciada la investigación.

Los integrantes del estudio fueron sometidos a un seguimiento, en el que se estableció contacto con ellos cada tres meses. En cada oportunidad debían contestar una encuesta online respecto de su estado de ánimo y su reacción frente a acontecimientos estresantes que hayan enfrentado. El cuestionario fue contestado aproximadamente por 350 de los estudiantes y sólo la mitad de ellos continuaron respondiendo al menos una evaluación al año después de las pruebas de imagen.

Según Swartz, con un examen de resonancia no solo se podría conocer el riesgo de desarrollar un trastornos como depresión o ansiedad o adelantar su diagnóstico, sino también buscar medicamentos que puedan disminuir la actividad de la amígdala del cerebro, como una manera de manejar su reacción.

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