El exdirectivo de Petrobras Paulo Roberto Costa, preso por integrar una red de lavado de dinero, habría implicado ante la policía a dos importantes exjerarcas de la estatal en la red de corrupción, informó este sábado el diario Folha de Sao Paulo.
Costa habría apuntado al exdirector del área de servicios e ingeniería, Renato Duque, quien además fue uno de los miembros de la directiva de Petrobras más cercano a la cúpula del Partido de los Trabajadores (PT) del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y de su sucesora, y candidata a la reelección en las elecciones del 5 de octubre, Dilma Rousseff.
El otro exejecutivo al que habría señalado Costa, quien también ha denunciado un esquema de sobornos a decenas de legisladores y fue director de abastecimiento y refinación de 2004 a 2012, es Nestor Cerveró, responsable del área internacional entre 2003 y 2008.
Cerveró fue uno de los implicados en la polémica compra por Petrobras de la refinería de Pasadena (Texas, EEUU), por cuya sobrefacturación Costa admitió haber recibido 1,5 millones de reales (unos US$634.300) en coimas, según informó la televisión Globo la noche del jueves.
En 2006, cuando Rousseff lideraba el consejo directivo de Petrobras, la estatal aprobó la compra del 50% de la refinería de Pasadena a la belga Astra Oil por US$370 millones.
Astra había pagado un año antes US$42 millones por el total de la planta pero, tras una serie de procesos judiciales y arbitrajes perdidos, la polémica refinería acabó costándole a Petrobras más de US$1.200 millones.
Los documentos a los que ha tenido acceso la Folha de Sao Paulo sobre las confesiones de Costa -que aceptó colaborar con la justicia a cambio de la reducción de una pena que podría superar los 40 años- afirman que el exdirectivo citó a sus excompañeros en las declaraciones, pero no aclaran si los incriminó directamente.
Tanto el entorno de Duque como el abogado de Cerveró negaron al diario la implicación de ambos exdirectivos con los negocios de su excompañero y pidieron la presentación de pruebas.
Costa, preso desde junio en una cárcel de Curitiba (sur), se negó a hablar este miércoles ante una comisión del Congreso, que investiga casos de corrupción en la petrolera.