Exhiben en Chile los dibujos que el artista Francis Bacon nunca expuso en vida
En 2004 se autentificaron 300 obras a lápiz del pintor inglés, quien siempre negó dibujar. Desde el 7 de septiembre, 43 de estas obras estarán en la Corporación Cultural de Las Condes. <br>
Francis Bacon se aseguró de alimentar su propio mito: el de un pintor provocador con una obra desgarradora y misteriosa, que se convirtió en un referente del siglo XX, pero que, al mismo tiempo, odiaba el mundo del arte. Tenía fama de obsesivo y fiestero. Se encerraba a pintar y luego iba a emborracharse en bares de mala muerte con obreros y amigos alejados de la cultura. Y aunque no rechazó que husmearan en su vida (lo fotografiaron, entrevistaron y filmaron muchas veces), cuando se trató de su obra, guardó varios secretos.
Nunca explicó sus procesos creativos ni permitió que lo vieran pintar, rara vez dejó entrar a alguien a su taller y cuando ello ocurría, volteaba los cuadros en que estaba trabajando.
Tras su muerte en 1992, a los 82 años, era evidente que historiadores y fanáticos intentarían develar las facetas menos claras del artista. La oportunidad llegó en 1999, cuando el italiano Cristiano Lovatelli Ravarino llegó a la galería Marlborough para autentificar una decena de dibujos de Bacon. El detalle era que el pintor siempre negó dibujar. Se armó una controversia. Luego de un litigio de cuatro años, donde se analizó la firma y cotejaron los testimonios de amigos del pintor, se llegó a la conclusión de que los dibujos eran auténticos.
Las obras comenzaron de inmediato a circular: se expusieron en la Bienal de Venecia de 2009 y también en Milán, Berlín y Buenos Aires. Ahora, 43 de esos dibujos, pertenecientes a Ravarino, llegan a Chile para exhibirse desde el 7 de septiembre en la Corporación Cultural de Las Condes, bajo el título La punta del iceberg.
"Resultó que Bacon regaló muchos dibujos en vida y lo hacía a espaldas de la sala Marlborough, que tenía derechos sobre su pintura. También era inseguro. Siendo autodidacta, nunca estuvo convencido de ser buen dibujante", dice Massimo Scaringella, curador italiano a cargo de la muestra, que, además, será complementada con documentales y una película sobre la vida y obra del pintor.
Bacon conoció a Ravarino en 1977, en uno de sus viajes a Italia. Estrecharon amistad y el pintor le regaló dibujos por más de 15 años. No era extraño. "Han aparecido muchos amigos de Bacon con dibujos que él les daba. Incluso, la Tate Gallery le compró dibujos muy baratos a un señor que limpiaba su taller", cuenta Scaringella. El precio se disparó y cada una de las obras que viene a Chile está avaluada en unos 300 mil dólares.
Más allá de lo económico, los dibujos han abierto una nueva mirada a la obra de Bacon. "No se trata de simples bocetos, son obras acabadas, una especie de remake de lo que hizo en pintura con sus Papas, cardenales y autorretratos. Sus dibujos reflejan su obsesión con el alma humana y la muerte. Se derriba el mito de que Bacon fuera totalmente espontáneo, porque también se han encontrado pinturas con dibujos preparatorios. Bacon pone el foco en los rostros, al mismo tiempo que usa el lápiz y el borrador para manchar y confundir", dice Scaringella sobre las obras de la exposición, la mayoría en blanco y negro, excepto dos que están coloreados.
Tras la certificación de los dibujos, Ravarino y su abogado Umberto Guerrini crearon la Francis Bacon Drawing Foundation, gestora de esta muestra y que tiene como objetivo reunir y difundir el trabajo en papel del artista inglés. En los próximos meses editarán el primer catálogo razonado de la colección y esta misma exposición itinerará por México y Brasil. Además, en marzo de 2012, 120 dibujos se exhibirán en el Museo de Arte Moderno de Saint-Ettiene, en Francia. "Descubrimientos tardíos como éste siempre despiertan controversias. Para mí, lo mejor es abordarlas confrontando las obras directamente con el público. Ellos tienen la última palabra", dice Scaringella.
CONOCIENDO A BACON EN LA PANTALLA
La muestra en Las Condes contempla la exhibición en rotativo del documental Francis Bacon (1988), de David Hinton, con una entrevista que se le hizo al pintor en 1985 y que explora su universo creativo. El 24 y 25 de septiembre, a las 17 horas, se proyecta el documental de Adam Low, Francis Bacon, vida y obra (2006), que entrelaza sus cuadros con los seis hombres que tuvo como amantes. Mientras, el filme El amor es el demonio (1998), de John Maybury, recrea la relación de Bacon con George Dyer, a quien halló robando en su taller y que terminó siendo su amante. Es el 1 y 2 de octubre, a las 17 horas.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.