Con seis refuerzos y una inversión de US$ 5,5 millones (que incluye la compra del pase de Lucas Wilchez), Colo Colo cerró el plantel con el mque enfrentará el segundo semestre. Así, según Blanco y Negro, se cumplió con las peticiones del técnico Américo Gallego, quien ahora tiene la exigencia de obtener resultados.
Galleg asumió en febrero de este año y aún no logra buenos resultados. En Copa Libertadores se quedó en la primera fase, en el Apertura entró a los playoffs como el último clasificado, y la semana pasada quedó eliminado de la Copa Chile.
Con declaraciones como "se ha elegido mal y estamos pagando nosotros", el DT apuntó en más de una ocasión al nivel del plantel como una de laz razones para los malos resultados.
Y tras quedar afuera del Apertura, Gallego aseguró que "voy a formar mi equipo y eso me pone tranquilo porque además tengo el respaldo de los dirigentes".
Y así llegaron como refuerzos Boris Rieloff, Cristián Vilches, Osmar Molinas, Mauro Olivi, Roberto Gutiérrez y Carlos Muñoz. Por este último Colo Colo pagó US$ 1,5 millón por la mitad del pase, convirtiéndose proporcionalmente en la mayor transferencia del fútbol local. Por ejemplo, por Humberto Suazo, los albos le pagaron a Audax US$ 1,8 millón, pero por toda la carta del jugador.
Con estos números y estos nombres, la meta es clara: el título del Clausura. Gallego tiene lo que pidió y por eso los dirigentes y los hinchas le pedirán que cumpla.