Señor director

Me sorprende que su editorial "Indebidas exigencias de Corfo a SQM" desconozca tres hechos de la mayor importancia.

El primero es que los juicios arbitrales se basan en graves y reiterados incumplimientos contractuales de SQM y los procedimientos de resolución de estas controversias están contemplados en los mismos contratos. El segundo es que si SQM quiere anticipar la resolución del juicio arbitral en el contexto del proceso de conciliación convocado por el árbitro, Corfo ha establecido condiciones mínimas necesarias para asegurar el cumplimiento de los contratos, las resoluciones ambientales y un comportamiento ético en los negocios. Esto no será posible con la actual estructura de control y gobierno corporativo. Si SQM no las acepta, el juicio seguirá su curso como está establecido en los contratos. El editorial no debería criticar el derecho que tiene Corfo a que los contratos se cumplan, imperando el estado de derecho. No obstante, además del conflicto con Corfo, SQM enfrenta la extinción de la cuota autorizada de Litio que vence en 2022, es decir, en pocos años.

Y el tercero punto es que la política de Corfo respecto de SQM no es discrecional o personal. La demanda arbitral fue iniciada en el gobierno anterior y el Consejo de Corfo  resolvió en su momento por unanimidad no conciliar con SQM, incluso con el voto del actual presidente de las cascadas.

No es necesario profundizar sobre el extenso prontuario de SQM, que le ha valido graves sanciones e investigaciones en Chile y Estados Unidos. Por eso es que he planteado claramente que Julio Ponce Lerou es un socio indeseable para la Corfo y que, por lo mismo, si él sigue controlando no hay ninguna posibilidad de acuerdo.

Eduardo Bitran

Vicepresidente Ejecutivo Corfo