La actuación que Ricky Martin ofreció en Uruguay el pasado viernes es, junto con la que está prevista en Chile esta noche, una de las pocas instancias del boricua en vivo antes de ingresar al estudio de grabación para producir su próximo disco, que será bilingüe y la excusa perfecta para realizar otra gira mundial en 2015. El concierto, que duró poco más de una hora y media, comenzó a las 22.18, después de haber posado para decenas de fotografías junto a celebridades de toda América Latina en el hotel Conrad.

El arranque estuvo marcado a ritmo de samba, con ocho músicos, dos coristas y ocho bailarines en el escenario. Martin comenzó con la canción Come with me y ésta sería sólo la primera de una serie de interpretaciones en inglés, puesto que en general escogió las versiones en este idioma, quizás como preparación para lo que se viene en su carrera. Efectos de humo, fuego y lluvia de papelitos acompañaron el despliegue. Sin embargo, el fuerte de su actuación estuvo una vez más en el carisma, la sensualidad y la energía que derrocha. Vestido con traje blanco y guantes negros de cuero que dejaban al descubierto sus dedos, dio paso a una versión electrónica que incluyó ritmos árabes, de Shake your bon-bon.

Ricky Martin, que no descarta volver a hacer temporada en Broadway en un futuro cercano, después de haber protagonizado Evita y Los miserables, demuestra el gusto por la comedia musical y ese estilo de presentaciones en temas como She bangs, donde sentado en una silla es el blanco de tres sexys bailarinas que intentan seducirlo. El show tiene mucho baile, coreografías para imitar desde la tribuna y otras para dejar al público boquiabierto, como una performance con látigos que resulta más atrevida.

Cuando llegó el momento de reflotar María, uno de los hits responsables del despegue de su carrera, se ubicó junto a su percusionista y guitarrista a un costado del cuadro, mientras su bailaora se lucía sobre una tarima en un rito flamenco.

El espectáculo recoge muchos pasajes de su gira mundial anterior. Incluso, se exhibe el video en el que aparece desnudo comunicando mensajes íntimos a través de sus numerosos tatuajes.

Aunque la mayor parte del espectáculo fue una fiesta, con canciones como Pégate, Más, Lola Lola, La bomba y Por arriba, por abajo, también reservó un segmento semiacústico para profundizar el clima intimista con Te extraño, te olvido, te amo, El amor de mi vida y Fuego contra fuego, hitos románticos dentro de su discografía que provocaron suspiros y ovaciones.

En los bises se despidió con Tu recuerdo, canción que originalmente grabó con La Mari de Chambao y que en el espectáculo hace junto a su corista.