El fármaco, llamado Ivabradine, ya se usa en varios países para el tratamiento de angina de pecho.

Pero ahora, nuevos ensayos clínicos en los que participaron más de 6.500 personas en 37 países demostraron que el medicamento puede reducir en 26% el riesgo de muerte por insuficiencia cardíaca.

También tuvo un impacto similar en la reducción de las probabilidades de que esos pacientes fueran internados en un hospital.

El estudio, publicado en la revista The Lancet, fue presentado durante la reunión anual de la Sociedad Europea de Cardiología que se celebra en Estocolmo.

TRANSTORNO COMUN
La insuficiencia cardíaca es un trastorno que surge como resultado de muchas enfermedades del corazón que provoca que éste pueda llenar o bombear sangre en los volúmenes adecuados para satisfacer la demanda del organismo.

Es muy común en todo el mundo y potencialmente letal. En los países en desarrollo se calcula que el 2% de los mayores de 45 años lo sufren. Entre los de más de 65 años la incidencia aumenta a 10%.

El nuevo estudio fue llevado a cabo para investigar si al reducir la frecuencia cardíaca con Ivabradine se lograba disminuir la muerte y los internamientos en hospitales de pacientes con insuficiencia cardíaca.

Todos los participantes del estudio de dos años ya estaban siendo tratados con los medicamentos estándares para la enfermedad, como beta bloqueadores.

A diferencia de estos tratamientos, el Ivabradine puede disminuir el número de latidos por minuto sin reducir también la presión arterial.

Al final del estudio, dicen los autores, el fármaco logró reducir significativamente el riesgo de muerte por insuficiencia cardíaca y el número de pacientes hospitalizados por la enfermedad.

MENOS PRESION
El medicamento también resultó asociado a una reducción promedio en la frecuencia cardíaca de 15 latidos por minuto. Al disminuir las pulsaciones el fármaco disminuye parte de la presión que ejerce el corazón.

El profesor Martin Cowie, cardiólogo del Hospital Royal Brompton en Londres, quien dirigió el estudio en el Reino Unido, le explicó a la BBC que el medicamento podría salvar unas 10.000 vidas cada año tan sólo en este país -donde una de cada cuatro personas tiene el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca en algún momento de su vida-.

"En las personas que sufren insuficiencia cardíaca -dice el médico- su corazón siempre está trabajando deprisa. Aún cuando están sentadas sin hacer nada, su frecuencia cardíaca puede ser de unos 80 ó 90 latidos por minuto. Y este fármaco ayuda a disminuir ese ritmo".

"En el pasado podíamos llevar a cabo esa disminución con fármacos llamados beta bloqueadores. Pero muchos pacientes no pueden tomar estos medicamentos porque tienen asma o porque éstos reducen su presión arterial".

"Este fármaco tiene la ventaja de que puede tomarse junto con los beta bloqueadores o puede darse a las personas que no pueden ser tratadas con aquéllos", expresó el especialista.

"Lo que hace es reducir las pulsaciones sin disminuir la presión arterial y sin afectar el asma. Así que es una nueva alternativa muy importante con la que pueden contar los médicos y sus pacientes que sufren insuficiencia cardíaca".

El médico subrayó, sin embargo, que el Ivabradine quizás no es adecuado para todos los pacientes, sino sólo para aquellos que ya sufren un trastorno cardíaco serio.

"La evidencia de este estudio representa un avance clínico importante en el manejo de la insuficiencia cardíaca y ofrece información sumamente valiosa para quienes sufren esta enfermedad", dijo el profesor Cowie.

"Es vital que los resultados de este estudio sean implementados y que este medicamento sea utilizado como parte de los tratamientos estándares para la enfermedad lo antes posible", agregó.