Tienen fama de independientes, interesados y hasta manipuladores, pero en realidad, poco se sabe sobre los intereses de los gatos domésticos (Felis silvestris catus), razón que llevó a un grupo de investigadoras de la U. Estatal de Oregón y la U. de Monmouth, a estudiar sus preferencias, exponiéndolos a la comida, juguetes, hierba gatera y el contacto humano.
Contrario al prejuicio sobre ellos, la mitad de los felinos prefirió el contacto humano, seguido por la comida (37%), los juguetes (11%) y sólo uno la hierba gatera.
El trabajo, publicado en la revista Behavioural Processes, analizó el comportamiento de 38 gatos (fueron 50 al principio, pero algunos fueron descartados porque se ponían nerviosos), entre mascotas y gatos provenientes de refugios.
Kristyn Vitale Shreve, investigadora de la U. Estatal de Oregón, cuenta que dejaron a cada gato en una habitación con varias opciones de comida (como atún y pollo, por ejemplo), juguetes (móviles, ratones), aromas (hierba gatera, aroma a gato o a hámster) y la interacción humana (hablarle, acariciarlo y jugar). "Les presentamos una de estas categorías a la vez y se midió la cantidad de tiempo que el gato dedicó a interactuar con cada elemento. Luego, tuvimos una fase final donde tomamos los primeros elementos preferidos de cada grupo y se compararon para determinar la categoría más preferida", señala. Así, si un gato prefirió el atún, el juguete del ratón, la hierba gatera y las caricias humanas, por ejemplo, se le presentaron de forma simultánea al final para determinar su preferido (en la foto). Entonces, la mayoría escogió a los humanos.
Vitale dice que no la sorprendieron los resultados. "Dentro de nuestro laboratorio, a menudo elegimos usar la interacción social humana como recompensa por las pruebas cognitivas en lugar de alimentos. Hemos ido encontrando cada vez más que la interacción social se prefiere a menudo a la alimentación para muchos gatos", sostiene. En el mismo laboratorio de la U. Estatal de Oregón probaron que es posible entrenar a los felinos.
De acuerdo a la investigadora, no hubo diferencias entre los animales que ya tenían dueño y los provenientes de refugios. "Ambas poblaciones prefieren la interacción social con los humanos, seguido por la comida, los juguetes y, por último, los olores. Sólo probamos en gatos adultos en nuestro estudio (1 año o más) y no nos fijamos en los efectos de la edad entre los gatos adultos, jóvenes y mayores, sin embargo, eso sería un estudio interesante en el futuro", dice.
Además, aunque encontraron que los gatos, en general, parecen preferir la interacción social, notaron que cada uno tiene su propia preferencia individual de los distintos elementos. Mientras a algunos les encantó el atún, otros quisieron el pollo, pero algunos no prestaron atención a la comida. "Esta variabilidad se observó en todos los grupos de artículos, por lo que realmente indica que los gatos son muy individuales", dice.