La autopsia sicológica se hizo conocida con el crimen de Lolol. Pero esta diligencia lleva años realizándose a petición de las fiscalías encargadas de los casos y nació como la manera de determinar si la muerte de una persona se produjo por suicidio o por la acción de terceras personas.
La sicóloga forense del OS-9 de Carabineros, María Luisa Díaz, indicó a La Tercera que esta diligencia se realiza hace varios años atrás y que nació como la forma para determinar si en la muerte de una persona hubo acción de terceros o correspondía a un suicidio.
Sin embargo, luego de descubrió su importancia para determinar las características de personas ya muertas. "La autopsia sicológica es la recolección de los datos sicológicos que permite saber cómo una persona fallecida fue en vida, se obtienen antecedentes de salud por ejemplo", explicó la profesional.
"Lo primero que se hace es ir al sitio del suceso, se analiza si la persona vivía sola, se hacen entrevistas a las personas más cercanas, se revisan los objetos personales, diarios de vida, páginas de Facebook como es ahora y de esta forma se concluye su diagnóstico", explicó Díaz.
Consultada por los mayores problemas que se enfrentan en la fabricación de estas autopsias, la sicóloga explicó que "es un proceso muy largo, por eso también muchos fiscales a veces no lo piden, en oportunidades pueden extenderse semanas".
LOS CASOS MAS EMBLEMATICOS
María Luisa Díaz aseguró que estas diligencias se realizan siempre, tanto en Santiago como en regiones, cuando los persecutores así lo demandan, pero ahora se hizo conocida por la connotación social del caso de Lolol.
Esta autopsia sicológica se le realizó al sujeto que disparó en la estación del Metro Plaza Maipú, asesinando a tres personas.
Otro caso en que se utilizó esta autopsia, pero se le realizó a la víctima fue en el crudo asesinato de una parvularia en la comuna de San Bernardo. Natalia Zúñiga, fue encontrada sin vida el 20 de julio de 2010 en una bodega incendiada.